Móntate una Vespa de los años 60 tú mismo por 99,9 euros

Más de 19 millones de estas peculiares motos recorren las carreteras de todo el mundo

J. Bacorelle

Desde que Piaggio registró la patente el 23 de abril de 1946 con una presentación en el Club de Golf de Roma, 19 millones de estas motocicletas fáciles de manejar, robustas, cómodas y baratas han recorrido calles y carreteras de cinco continentes convirtiéndose en mucho más que una marca de movilidad global. Ahora la icónica Vespa de los años 60 está más accesible, ya que se puede montar uno mismo uno de esos ejemplares a un precio de 99,99 euros . Claro que esta propuesta tiene truco, ya que se trata de una pieza de Lego.

El nuevo modelo LEGO Vespa 125 está preparado para hacer disfrutar a los fans del auténtico estilo italiano, inspirado en la emblemática Vespa Piaggio.

El nuevo modelo rinde homenaje a la Vespa original con su color azul pálido pastel, uno de los primeros colores en los que se fabricó este icono italiano. Los fans pueden celebrar aún más el regreso de los años 60 del set añadiendo una matrícula italiana clásica de la época y el logotipo de Vespa.

Al igual que el original, este modelo está lleno de detalles y sofisticados toques de diseño. Desde un ramo de flores en la cesta de la moto y la rueda de repuesto hasta la cubierta del motor desmontable, el motor construido en ladrillo, el caballete y una dirección que funciona. Todo ello para crear una maqueta a exhibir con orgullo en casa o en la oficina, homenajeando al icono italiano que siempre está de moda.

Este elegante set de 1.106 piezas ha sido diseñado para que los amantes del estilo encuentren un momento de atención a través de la construcción mientras retroceden en el tiempo para crear esta elegante pieza de exposición.

La historia de la Vespa

Rinaldo Piaggio fundó a los veinte años la empresa en Génova en 1884. Se dedicó a la producción de barcos de lujo, vagones de ferrocarril, furgonetas, autocares y tranvías antes de centrarse en los aviones durante la Primera Guerra Mundial. En 1917 compró una nueva planta en Pisa y, cuatro años más tarde, la histórica de Pontedera, que se convirtió en el centro de producción aeronáutica (hélices, motores y aviones completos). Instalaciones que fueron bombardeadas en la Segunda Guerra Mundial.

Tras el conflicto, Enrico, hijo del fundador, apostó por una reconversión industrial para escapar de la bancarrota, centrándose en la movilidad de un país que intentaba remontar desde los escombros humeantes. Se apoyó en el talento del ingeniero aeronáutico e inventor Corradino D'Ascanio, que diseñó un vehículo de aspecto revolucionario para su época: puso el motor sobre la rueda posterior y se inspiró en el tren de aterrizaje de un avión para trazar el brazo delantero.

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