La Comisión defiende el recorte del 30% de las emisiones para que Europa siga siendo «líder» en el coche del futuro

Los grupos ecologistas critican la propuesta de Bruselas por su «poca ambición» y la consideran un «regalo de Navidad» para los fabricantes

U. Mezcua

La Comisión europea defendió este miércoles su propuesta de recortar un 30% las emisiones de C02 de los vehículos para el año 2030 respecto al objetivo de 2021 para que la industria europea mantenga su liderazgo mundial durante las próximas décadas. «Tenemos que actuar si no queremos perder cuota de mercado», aseguró Silvia Bartolini, miembro de gabinete de la Comisión e integrante del equipo del comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, en el marco de la jornada “El futuro de los coches en España”.

En este sentido, Bartolini destacó los fuertes incentivos de países como China, que ha puesto cuotas del 10% en 2019 y del 12% en 2020 para la fabricación de vehículos eléctricos, y prevé obligar a los fabricantes a producir 7 millones de vehículos eléctricos al año a partir de 2025. Bartolini defendió también la idoneidad del recorte del 30% de las emisiones, a medio camino, explicó, del 20% que pedían los fabricantes y el 45% que exigían las ONG medioambientales. Según el plan de la Comisión, que deberá ser refrendado por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo, los fabricantes deberán recortar las emisiones de los vehículos desde el límite de 95 gramos de CO2 por kilómetro en 2021 a unos 67 en 2030.

Bartolini defendió también que la propuesta de la Comisión no contemple cuotas obligatorias sino un límite o benchmark de vehículos «limpios» para cada fabricante que, de ser superado, permitirá a éste obtener créditos. «Es un sistema de incentivos, no de penalización», definió. Además, insistió en la necesidad de ver la propuesta como parte de un plan global, que se combinará con el nuevo sistema de certificación de emisiones y consumos WLTP, más preciso y cercano a la realidad que el NEDC, la nueva directiva DRE y la nueva normativa de control de emisiones de camiones, que llegará el año que viene.

Además, Bartolini defendió la necesidad de empezar a producir las baterías de los vehículos eléctricos en Europa. «Actualmente el 90% se produce en Asia», afirmó. Para incentivarlo, la Comisión desarrollará proyectos conjuntos junto con las marcas y repartirá hasta 200 millones en ayudas.

Por su parte,Isabell Buschell, la delegada en España de Transport & Enviroment -el lobby que agrupa a nivel europeo los intereses de decenas de ONG centradas en el transporte-,calificó la propuesta de la Comisión de “regalo de navidad” para los fabricantes por tratarse de “poco ambiciosa”, y pidió también la imposición de multas a los constructores que no cumplieran con los objetivos de reducción de emisiones. Además, Buschell situó en 2035 la fecha en la que debería comercializarse el último motor de combustión si el sector quiere cumplir con los objetivos europeos de emisiones para 2050, y descartó que los vehículos de gas o de hidrógeno sean una alternativa ecológica: «Tienen problemas de emisiones y de almacenamiento», aseguró.

Buschell pidió el establecimiento de cuotas de venta de vehículos eléctricos en Europa, siguiendo la estela de China. Según Buschell,si los fabricantes europeos no se adaptan los europeos comprarán los vehículos electrificados en China, lo que afectará negativamente al tejido industrial del continente.

Anfac: «El reto es atraer modelos eficientes»

La jornada también contó con la participación de representantes de la industria, como Mario Armero, vicepresidente de la patronal de fabricantes de vehículos Anfac, que defendió que el principal reto es «seguir atrayendo modelos eficientes en bajas emisiones» a las factorías españolas, y alertó de que en los próximos 12 o 18 meses se repartirán «muchos modelos nuevos» y la competitividad es elevada; si bien consideró que el principal problema actualmente en España es la elevada edad del parque, de 12 años, y pidió un plan para rejuvenecerlo, ya que los vehículos antiguos «son los más contaminantes».

En este sentido, Armero destacó que en los últimos años la industria ha invertido 8.000 millones de euros para modernizar sus plantas en España, y pidió continuar en el futuro seguir invirtiendo en I+D+i.

Armero aseguró que la industria «no es negacionista» sobre el impacto de las emisiones del transporte, aunque afirmó que el sector ha reducido un 42% las emisiones en los últimos años. El vicepresidente de Anfac también alertó de las consecuencias del límite de emisiones impuesto por la Comisión que, a su juicio, lastrará la competitividad de los vehículos producidos en Europa frente a los manufacturados en EE.UU. O China, cuyos límites se sitúan en 115 gramos por kilómetro y 130, respectivamente.

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