Anfac pide al Gobierno que valore el coste económico y social de una transición al eléctrico demasiado rápida
La asociación y los productores de vehículos con fábricas en España envían una carta a Industria y a Transición Ecológica en la que solicitan al Ejecutivo no ir más allá del objetivo del 30% de reducción de emisiones de CO2 para 2030, frente al 40% que pidió el Parlamento la semana pasada. La decisión final se tomará este martes, y la posición de España será clave
Los fabricantes de coches apuestan por la movilidad sostenible, pero avisan de que ir demasiado rápido podría tener consecuencias para la competitividad de la industria. En una carta enviada ayer a las ministras de Industria, Reyes Maroto , y Transición Ecológica, Teresa Ribera , la patronal Anfac mostró su «enorme preocupación» por el planteamiento del 40% de reducción de emisiones de CO2 en 2030 respecto a 2021, como pidió la semana pasada el Parlamento Europeo. Un nivel que consideran «muy complicado de alcanzar sin asumir unos costes económicos y sociales muy importantes».
La posición de España será clave este martes, cuando se reúnen los ministros de Medio Ambiente de los países miembros de la Unión Europea para establecer por consenso un objetivo final de reducción. Alemania, partidaria de contener la reducción en el 30%, y Francia, que pide profundizar todo lo posible en esta reducción, representan extremos enfrentados. A la entrada de la cita, Teresa Ribera se mostró partidaria de una posición intermedia del 35% de reducción.
En la misiva, firmada, entre otros, por su presidente, José Vicente de los Mozos, los fabricantes piden también incentivar la compra de híbridos enchufables y no penalizar a los fabricantes que no logren vender suficientes coches ECO y 0 emisiones, es decir, híbridos y eléctricos enchufables con hasta 40 kilómetros de autonomía. La propuesta de la PE incluye la imposición a los fabricantes de que el 20% de su nueva flota en 2025 y el 30% en 2030 corresponda a vehículos eléctricos o poco contaminantes, es decir, que emitan menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro, según Efe.
Desde Anfac creen que la propuesta del Parlamento Europeo «excede de manera muy significativa los objetivos propuestos por la Comisión» -30% de reducción respecto a 2021-. Para los fabricantes, esta meta ya es «muy ambiciosa», y por ello «parece desproporcionado que se estén discutiendo niveles de reducción aún más ambiciosos». «Los impactos en términos de empleo de unos objetivos demasiado ambiciosos serán particularmente perjudiciales en los países más industrializados, como España ».
Además de De los Mozos, también presidente de Renault España, firman la misiva Luca de Meo, presidente de Seat, Jesús Alonso, de Ford, Christophe Mandon, de PSA, Jaime Revilla, de Iveco, José Luis López-Schümmer, representante general de Daimler, Genís Alonso, de Nissan, Antonio Cobo, director general de Opel, y Mario Armero, vicepresidente de Anfac.
Dos millones de híbridos
El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, aseguró la semana pasada en Madrid que el 30% de reducción supondría que en España habría 2 millones de híbridos enchufables y 280.000 eléctricos, frente a los 10.000 y 7.000 que circulan en la actualidad, respectivamente. Arias Cañete también puso cifra a la necesidad de puntos de recarga en España para este tipo de vehículos: 220.000, frente a los 1.700 actuales.
Esta transición, según la Comisión Europea, implicará la pérdida de 12.000 empleos en la industria, vinculados en su mayoría a la producción de vehículos de combustión. No obstante, Arias Cañete también aseguró que la electrificación generará a cambio nuevos empleos en otras áreas. Un informe de la organización ecologista cifra estos empleos en 23.000 , el sector servicios, el sector energético y, a corto y medio plazo, en la fabricación de vehículos y sus cadenas de suministro.
Además, según esta organización, la actividad económica se desplazaría de sectores poco intensivos en empleo, como la producción de carburantes -2 empleos por cada millón de valor añadido- a otros que requieren de más fuerza laboral -como la producción de energía e hidrogeno, con 7,9 empleos por millón-.
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