Una clienta adquiere unos plátanos en una frutería del recién estrenado Mercado de Barceló
Una clienta adquiere unos plátanos en una frutería del recién estrenado Mercado de Barceló - ernesto agudo

Barceló, de mercado a «icono» de Madrid

El que fue el primer supermercado de España, en 1937, se ha reconvertido con zonas de degustación, música y ropa

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En 1937, en el mercado de Barceló, un antiguo centro de abastos, se abrió el primer supermercado de España. Han pasado casi ochenta años de entonces, por sus puestos han pasado muchas generaciones de madrileños del Centro, el mercado se ha derribado, sus comerciantes han pasado las de Caín en una instalación provisional anexa, y ahora, por fin, han vuelto a la nueva instalación, de diseño vanguardista y que desde fuera parece cualquier cosa menos un mercado.

El diseño es de Enrique Sobejano y Fuensanta Nieto, y responde al nuevo concepto de Centro Polivalente: hay tres plantas de mercado, y sobre ellas se abrirá «en breve» –aseguraba ayer Ana Botella, la alcaldesa– una zona deportiva.

Botella realizaba su primera visita al mercado, tras su inauguración el pasado septiembre.

Con todas las luces ya funcionando y los comerciantes a pleno rendimiento, «Barceló quiere convertirse en un icono de los mercados de la ciudad», dijo.

«Comienzos duros»

Desde luego, las tres plantas de mercado tradicional son muy diferentes de lo que habitualmente se conoce como mercado: hay puestos de fruta, carne, panadería y pescado, claro, pero también otros de degustación, dulces árabes, ropa, una floristería con un coro que alegra las compras, un mercadillo navideño solidario, una cafetería... Si por fuera no parece un mercado, por dentro su luminosidad y amplitud tampoco son las que solíamos ver en estos establecimientos.

Como recordaba el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado, Israel González, «ha habido obstáculos, los comienzos han sido duros, ha habido discrepancias, ya vencidas, y algunos compañeros ya no están así». Pese a todo, y a los años duros de «transición» entre el mercado antiguo y el moderno, González cree que «los clientes de toda la vida van volviendo».

La alcaldesa aplaudió las iniciativas de dinamización –la música, los puestos de degustación y todo lo que suponga atraer clientela–; y recordó que el Ayuntamiento está invirtiendo en la renovación de mercados municipales entre 2012 y 2015 21 millones de euros, lo que está rescatando a muchos de ellos de una obsolescencia que les cerraba las puertas del futuro.

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