Los comerciantes de «El Jardín de Serrano» se han unido en bloque para celebrar el «Black Friday»
Los comerciantes de «El Jardín de Serrano» se han unido en bloque para celebrar el «Black Friday» - isabel permuy

El viernes negro a la española: chollos para animar la Navidad

Los comercios de Madrid se apuntan en masa a los descuentos «agresivos» durante este fin de semana

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Desde hace dos años el comercio trata de popularizar otra tradición en el calendario de los compradores españoles: el «Black Friday». La idea, importada desde Estados Unidos, pretende dar el pistoletazo de salida a la campaña de ventas de Navidad con una jornada de descuentos «agresivos».

El sector se la juega para cerrar el año en positivo, ya que esta sería la primera subida de ventas desde el estallido de la crisis. Precisamente, el nombre de «Black Friday» hace referencia a las cuentas de las compañías, que durante esta jornada hacen caja, y suelen pasar de números rojos a cifras en negro.

No obstante, el estreno en masa de esta iniciativa en Madrid se pasó ayer por agua. La lluvia incensante mojó durante toda la jornada los elegantes diseños con motivos navideños que iluminan Madrid desde este jueves por la noche.

Con el repiqueteo constante de las gotas que chocaban contra el cristal del escaparate de las tiendas del Jardín de Serrano (Calle Goya 6-8) como música de fondo, María del Carmen y Susana doblaban sin parar un montón de ropa a primera hora de la mañana.

Se preparaban para el aluvión de clientes que esperaban atender a lo largo del día. Pero el temporal se juntó con otro factor no muy favorable: los colegios de la Comunidad de Madrid este viernes no abrieron sus puertas porque se trasladó el festivo del Día del Maestro que se suele celebrar los 27 de noviembre.

«La lluvia nos ha hecho polvo», comenta Susana mientras riega uno de los cáctus que visten el escaparate de Mariana, una de las tiendas de moda de la planta baja del complejo. «Pero al mal tiempo, buena cara. Seguro que el fin de semana la cosa se anima», añade sonriente.

El optimismo de la dependienta coincide con las estimaciones de la Confederación de Comercio Especializado de la Comunidad de Madrid (Cocem): «La iniciativa es cada vez más popular, los comercios podrían aumentar su facturación un 15% con respecto a la edición de 2013», explica el presidente de Cocem, Guillermo González.

Esto solo se refiere a lo que respecta a las tiendas físicas. El mercado online está aún por explotar, al menos, según los pronósticos del sector. «El comercio por internet aún no ha explotado en Madrid como lo ha hecho en Estados Unidos, pero lo hará a partir de esta Navidad y crecerá un 17% más que el año pasado», augura el empresario madrileño.

Dar salida al género extra

Con las manos ocupadas entre los paraguas húmedos y las bolsas de varias tiendas de ropa de marcas españolas , Elena Moral y su amiga Isabel escudriñan los escaparates que llevan la marca del viernes negro. «Me he comprado un gorro, unos vaqueros y unas botas que estaban al 20% de descuento», recapitula la joven, que aprovechó el día libre en la universidad para adquirir los productos que ya tenía «fichados» en la web. «Me he puesto un máximo de 200 euros, porque si no se me va de las manos el dinero, bromea. «No tenemos mucho ahorrado, pero este tipo de ofertas siempre anima las compras», añade su compañera.

Para ellas esta jornada –o «triduo», en algunos casos– es una oportunidad perfecta para adquirir esa prenda que no compraron en su momento por su elevado precio. Y para los comerciantes, este es el momento idóneo para deshacerse del género que no han podido dar salida durante el año. Por eso, según Cofem, el sector textil y el tecnológico son los que saldrán más beneficiados del viernes negro, ya que para ellos es más sencillo sacar partido al remanente.

Quizá, por este motivo, los carteles del 40%, 50% y 70 % cuelgan sin pudor de las etiquetas de muchos de los productos que ofrece una tienda de electrónica de la calle Goya. Lo mismo sucede en la exclusiva Alfaro 1926, donde no tienen problemas en afirmar que algunos de sus sofisticados abrigos están rebajados un 80%.

«La idea viene de Estados Unidos, donde están más adelantados que nosotros en el tema comercial. Y nosotros nos hemos unido este año, por primera vez y por más de un día, porque es el empujón que necesitan los clientes para animarse a hacer las compras de Navidad», argumenta Hilario Alfaro, el actual propietario y nieto del empresario que inauguró el primero de los cuatro establecimientos que llevan su apellido.

Abuso de las rebajas

Aunque la decisión de adherirse a la iniciativa del «descuentazo» es individual y cada empresario lo aplica a su criterio, muchos centros comerciales de la capital han entendido que «la unión hace la fuerza».

En el Jardín de Serrano la decisión de sumarse al «Black Friday» fue unánime. «Nos lo propusieron y nos pareció bien, siempre nos unimos a cualquier iniciativa que anime las ventas. Consideramos que es otra forma de tener un detalle con nuestros clientes», explica Cristina Martín, una de las encargadas de Sofía Paper Store.

El colorido vibrante del muestrario de esta papelería contrasta con la sobria y exquisita decoración del complejo donde se instala. Y su filosofía comercial, también. «Nosotros somos artesanos, es decir, hacemos producción propia y no tenemos exceso de existencias. Por eso, en nuestro caso concreto, dudamos de si este tipo de eventos empuja al consumidor a comprar sólo en época de rebajas, lo cual podría ser peligroso», se cuestiona Martín.

Aunque aún existan ciertas reticencia, parece evidente que esta tradición norteamericana, como sucedió con Halloween, cada año cobrará más fuerza en Madrid.

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