Maghette, durante la Lotería de Navidad
Maghette, durante la Lotería de Navidad - JOSÉ RAMÓN LADRA
LOTERÍA DEL NIÑO

Así se elige a los niños de San Ildefonso para su última oportunidad de gloria

ABC habla con uno de los cuatro profesores encargados de escoger y acompañar a los alumnos que cantarán el segundo gran premio del año de la Lotería

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No sabemos cómo fue escogido Diego López, aquella lluviosa mañana del 9 de marzo de 1771, para introducir su pequeña mano por la puertecilla redonda del arca que contenía 90 bolas y cantar el número con «un gracioso soniquete». Han pasado más de 240 años desde aquella primera participación de uno de los alumnos del Colegio de San Ildefonso en la Lotería y mucho han cambiado las cosas, sobre todo, en lo que respecta a la expectación que generan los dos grandes sorteos del año.

Los niños de San Ildefonso son hoy los protagonistas indiscutibles de la Lotería de Navidad y, también, de la Lotería del Niño, que se celebra el próximo 5 de enero.

En ABC nos hemos interesado por cómo son seleccionados para cantar los números de este segundo gran sorteo, que representa para algunos de ellos la última oportunidad de gloria.

«En lo que respecta a la organización, el sorteo de la Lotería del Niño es, a diferencia del de Navidad, un sorteo normal, como el que se celebra los jueves y los sábados, pero el interés mediático que genera y los periodistas colocados en la primera fila hacen que los niños estén más nerviosos. Reciben mucha atención», cuenta a ABC Juan Campos Quemada, presidente de la Asociación de Exalumnos del Colegio de San Ildefonso y uno de los cuatro profesores encargados de llevar a los estudiantes a la Lotería.

«Perfectamente entrenados»

Según este educador del famoso internado, los niños que participan en el sorteo del 5 de enero son los mismos que participan en los sorteos ordinarios, por lo que «están perfectamente entrenados y preparados». Aun así, los nervios pueden jugar una mala pasada, como pudimos comprobar en las lágrimas de Maguette Fall, la alumna que se echó a llorar desconsoladamente durante la Lotería de Navidad, tras atascarse en uno de los números, y obligando a parar el sorteo en un par de ocasiones.

Los encargados de cantar los números y de hacer felices a unas cuantas familias al año, son alumnos voluntarios, que escogen la Lotería como una actividad extraescolar más. Son cuarenta chiscos y chicas divididos en dos grupos que, a lo largo del año, se van turnando entre el jueves y el sábado. «Eso significa que en la Lotería del Niño participaría el grupo al que le toque, pero como es Navidad, muchos de los estudiantes se encuentran de vacaciones, así que escogemos entre 18 y 20 niños de ambos grupos que estén en el colegio en estos momentos», explica Quemada.

En el sorteo de este año, sin embargo, se han hecho algunas excepciones. «Como había alumnos que no habían entrado en el sorteo de la Lotería de Navidad del 22 de diciembre, hemos escogido a dedo a alguno más de entre los más mayores, descartando antes a los más pequeños, de 8 y 9 años, que aún no están preparados del todo. Se trata de un gesto, porque el mes de septiembre muchos de estos mayores acaban el periodo en el internado y éste podía ser su último sorteo importante», justifica el educador de San Ildefonso.

A partir de ahí, la Lotería del Niño se celebra mediante el sistema de bombos múltiples y tan solo dura treinta minutos, en los que los alumnos seleccionados cantan primero las terminaciones, cinco números de dos cifras y catorce de tres, y, después, los doce premios de 14,000 a la serie, antes de descubrir qué cinco cifras se llevarán el millón del segundo premio y los dos millones del «gordo». Solo media hora… pero, posiblemente, la más importante en la vida de algunos de estos niños.

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