Los bomberos de Guadalajara inician una huelga de hambre

Después de más de tres meses de huelga laboral, los bomberos de Guadalajara ha anunciado este martes a través de las redes sociales el inicio de una huelga de hambre «tras la actitud tomada por parte del ayuntamiento y estado de ansiedad y de estrés producido por el conflicto actual», señalan en el comunicado. La agrupación lleva pidiendo desde febrero la mejora salarial en un 20 por ciento y la ampliación de los efectivos. Según los bomberos, esta «difícil solución» la toman tras «no aguantar más», y lo hacen en este momento porque tienen «miedo a que después de las elecciones abandonen otra vez el servicio de bomberos y la seguridad de los ciudadanos».

Este colectivo ha explicado que la huelga de hambre la llevarán a cabo parte de la plantilla, para que los demás miembros puedan «cubrir el servicio de la mejor manera posible».

El conflicto

El conflicto comenzaba el pasado mes de febrero, cuando los bomberos anunciaban el inicio de una huelga indefinida para reclamar mejoras en las condiciones laborales y el aumento de dotaciones. Su portavoz, Julio Prego, explicaba que el Ayuntamiento había reducido de 9 a 8 profesionales la dotación mínima de los servicios, además de asegurar que son el equipo «peor pagado de la región», con una retribución que se sitúa 400 euros por debajo de la media regional y 300 menos que los bomberos de la Diputación de Guadalajara. Por último, también pedían mayor formación y la mejora de las instalaciones, que ahora presentan goteras y otras deficiencias.

Desde el Ayuntamiento se aseguraba que estaban en constantes conversaciones con este colectivo, y que se iban a aceptar todas sus reclamaciones salvo la subida salarial, ya que era inviable por ley. «Piden una subida salarial de 400 euros, es decir, de entre el 20 y el 25 por ciento. Responder a esa reivindicación es inviable porque no lo permite la Ley e injusto para el resto de los funcionarios del Ayuntamiento de Guadalajara. Es una propuesta que no puedo aceptar», aseguraba el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, al respecto.

Sin embargo los bomberos no pararon en su empeño e incluso protagonizaron una marcha a Madrid para elevar sus quejas en el Congreso. Tras esta acción, desde Alcaldía se advertía de una « huelga encubierta», ya que los bomberos no se habían dado de alta en este régimen especial y seguían cobrando sus retribuciones normales, además de dañar mobiliario público al pintar sobre edificios y vehículos municipales e inutilizar una cámara de vigilancia del parque de bomberos. Por su parte, los miembros del servicio aseguraban que se habían llevado a cabo unos informes disciplinarios ilegales que iban en contra de sus derechos constitucionales.

Anuncio del Ayuntamiento

Hace dos semanas el Ayuntamiento anunciaba la creación de doce nuevas plazas, aunque los bomberos lo califican en el comunicado de «de burda maniobra electoral» porque «queda demostrado que cuando quitaron los mínimos de nueve para volverlos a poner han jugado durante ese periodo con la seguridad ciudadana». Al margen de esto, los bomberos han asegurado que el equipo de Gobierno municipal es conocedor que «este cuadrante es inviable con el número de efectivos que hay hoy en día en el parque».

«La única forma de cubrir el servicio es con horas extra durante nuestro tiempo libre, las cuales si las hacemos ya se encargará el alcalde o algún concejal en llamarnos peseteros, motivo por el cual no estamos dispuestos a hacerlas», han asegurado.