El candidato a la Alcaldía de la capital herculina posa para ABC ante el Pazo de María Pita
El candidato a la Alcaldía de la capital herculina posa para ABC ante el Pazo de María Pita - miguel muñiz
entrevista a Xulio Ferreiro

«No vamos a arrasar con nada, ni hacer actuaciones porque sí»

El candidato de la Marea Atlántica a la Alcaldía de La Coruña confiensa que su intención es «gobernar para la mayoría»

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—¿Transcurridas dos semanas desde la celebración de las elecciones municipales, y echando la vista atrás, contemplaban este escenario?

—Nosotros, desde que comenzamos con el proyecto de la Marea Atlántica, pensamos que este era un proyecto para gobernar la ciudad.

—Los socialistas lo van a votar como alcalde. ¿Entiende que el siguiente paso sea convertirse en una fuerza de oposición?

Tendrán que actuar como piensen que es conveniente. Ninguno de los otros grupos debería dedicarse a aplaudir al gobierno. Esperamos colaboración leal, pero no colaboración incondicional porque no sería lo propio

—¿Qué cambiaría de La Coruña actual? ¿Cómo va a amortizar las inversiones realizadas?

—Las actuaciones que estén en marcha o a punto de terminarse se terminarán. Otra cosa es que podamos variar determinadas cuestiones para hacerlas más adecuadas al interés de la ciudadanía, como el tema de la Marina.

Estamos viendo que esas obras están creando un espacio deshumanizado y ahí tendremos que darle una orientación. No vamos a arrasar con nada, a hacer actuaciones porque sí, sino con sentido común, con responsabilidad y sin comprometer grandes cantidades de dinero público.

—¿Estas decisiones de revisar determinadas cuestiones se van a someter a la deliberación de las asambleas ciudadanas?

—El asamblearismo es un mecanismo más de la participación. Desde determinados sectores se tiende a ridiculizar y la democracia es la democracia. Yo creo que hay una demanda social evidente por potenciar los instrumentos democráticos y participativos y la asamblea es uno más. Hablar de coparticipación no implica abdicar de las propias responsabilidades de gobierno. Ser alcalde implica una responsabilidad y llevar a cabo el programa con el que nos presentamos, pero no se puede cumplir de espaldas a los vecinos y hay que contar con los mecanismos que prevé la ley. No hacemos nada revolucionario, intentamos poner en práctica lo que recoge la normativa de Participación Ciudadana.

—¿Qué plan tienen para el aeropuerto? ¿Sacarán a la ciudad de la polémica o aprovecharán lo conseguido?

—Quien quiera utilizar las infraestructuras públicas para crear enfrentamientos entre ciudades no nos va a encontrar. En el caso de los aeropuertos tenemos una tradición de la utilización de la política aeroportuaria para intereses partidistas, particulares y caudillistas y esa no va a ser nuestra posición. Nosotros entendemos que hay que colaborar entre las tres ciudades principales de Galicia y también con las restantes.

—¿Y subvencionar aerolíneas?

—Hay que ver el retorno de esas subvenciones. Si esos patrocinios tienen retorno en términos de atracción de visitantes y también de permitir que el tejido económico y social tenga un instrumento más para desarrollarse, pues lo haremos, pero con criterios de transparencia y publicidad.

—Su programa hace continuas referencias al pequeño comercio. ¿Abordarán con la Xunta el desarrollo de más suelo industrial? ¿Aprovecharán la proyección que proporcionan las grandes multinacionales?

—Yo creo que las administraciones no pueden utilizarse para intereses partidistas o para poner palos en las ruedas. En todo caso, si en La Coruña existen necesidades de suelo industrial el planeamiento urbanístico derivará hacia ahí. Hay empresas como Inditex que en estos momentos son un activo para la ciudad y tienen que seguir siendo así.

—El anterior gobierno convirtió a la ciudad en referente cultural en el noroeste con la marca Picasso o la Sinfónica de Galicia. ¿Van a aprovechar este impulso y la proyección alcanzada en los últimos años?

—En el caso de la Sinfónica está en nuestro programa promocionarla. Creemos que la Sinfónica es una institución importante en la ciudad, y lo que también va en nuestro programa es aprovechar esa institución para adentro, para crear afición a la música.

—¿Qué van a hacer con el San Juan? ¿Y con Smart City?

—Con el San Juan no va a pasar nada, seguirá porque es una fiesta popular con mucha tradición, que atrae muchos visitantes y en la que toda la población está muy involucrada. Eso tendrá que seguir así. También hay que darle vida al San Juan fuera de la playa. El Smart City hay que ver cómo está porque hay una gran opacidad alrededor y darle una orientación que vaya más allá de lo propagandístico y que tenga una utilidad social.

—¿Hay una previsión concreta de subir los impuestos?

—Nosotros planteamos una que es la recarga del IBI para los pisos vacíos que sean propiedad de las entidades financieras y de la Sareb. Creemos que es una cuestión de justicia, y esas entidades deben de contribuir por responsabilidad social

—¿Qué implica la «soberanía alimentaria»?¿Las huertas urbanas son una propuesta viable para una ciudad de 250.000 habitantes?

—La soberanía alimentaria es algo de lo que se lleva hablando muchos años, de lo que habla la Unión Europea, con lo que es poco sospechoso de radicalismo. Se trata de que a la hora de producir alimentos se prime la proximidad, porque esto es más ecológico y fomenta la economía local. Hay que establecer acuerdos entre productores y comercializadores locales, creando redes de colaboración. En cuanto a las huertas, tiene que ver con la sostenibilidad y con nuevas formas de ocio.

—La Coruña es una ciudad de tradiciones, pero al sector de la izquierda que usted representa parece que no le acaban de gustar. ¿También son revisionistas en este aspecto?

—No sé a qué cuestiones se refiere. Si hablamos de temas religiosos, digamos que las personas que disfrutan o comparten su sentimiento religioso con otras podrán estar muy tranquilas, porque podrán seguir haciéndolo. No está en la agenda del gobierno local.

—¿La superación del marco constitucional que plantean algunos de sus aliados va a repercutir en el plano simbólico? ¿Retirará la efigie del Rey del salón de plenos?

—Eso sería incumplir la ley. Nosotros no tenemos pensado incumplir la ley y por lo tanto hay cuestiones que hay que conservar. No nos interesa introducir elementos de ruptura dentro de la ciudad, lo que se trata es de gobernar para la mayoría y no entrar en polémicas estériles.

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