El nivel de polución no avala la cruzada de Ribó contra los coches

El especial hincapié que el alcalde de Valencia, Joan Ribó y su concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, han puesto en la lucha contra el transporte privado en Valencia no está avalado por ninguno de los diferentes informes de los organismos internacionales que sitúan los niveles de contaminación en la ciudad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la capital del Turia está en el noveno lugar entre las ciudades españolas con peor calidad del aire para la población. Las partículas PM 2,5 que son capaces de llegar a los pulmones resultan peligrosas para las personas si resultan expuestas durante largos periodos de tiempo a niveles superiores a los aconsejables.

La Línea de la Concepción es la ciudad con peor aire según la OMS seguida de Toledo, Málaga, Barcelona, Granada, Jaén, Logroño, Sevilla y Valencia.

Si la comparativa se realiza atendiendo a las partículas PM 10, algo más grandes y pesadas, es Zaragoza la ciudad no peor calidad de aire, seguida de Sevilla, Torrejón, Albacete, Jaén, Cádiz, Málaga y Granada.

En cuanto al NO2 y SO2, es Barcelona la ciudad con más polución seguida de La Coruña, Gijón, Granada, León, Murcia, Madrid, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Valencia aparece en el décimo lugar.

Solo en lo que se refiere a la contaminación de ozono troposférico Valencia se sitúa en cuarto lugar (pese a ser la tercera ciudad más poblada) por detrás Madrid, Barcelona y Sevilla.

El régimen de brisas favorece que Valencia sea una ciudad poblada y con un gran número de vehículos pero con unos niveles de polución tolerables para la población, ya que no ha superado en el último año ninguno de los indicadores máximos. Madrid y Barcelona sí lo hicieron durante prácticamente un tercio de los días del año.

Es por ello, que el malestar generado en un amplio sector de la población valenciana por las prohibiciones de Ribó y Grezzi a la circulación de los vehículos parece tener un fundamento claro.