Imagen del estado actual del Marina Beach Club visto desde la playa
Imagen del estado actual del Marina Beach Club visto desde la playa - mikel ponce
política

Valencia se queda sin club de playa en pleno agosto por las deficiencias

Los informes del Ayuntamiento pueden retrasar la apertura del complejo a septiembre

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La apertura del primer club de playa de Valencia vuelve a retrasarse debido a las trabas burocráticas pese a estar prácticamente construido a falta de los últimos retoques. Las previsiones iniciales situaban su estreno la pasada primavera y, posteriormente, a principios de julio. Sin embargo, el retraso podría llegar hasta mediados de septiembre, según admiten desde el Ayuntamiento.

La causa son las deficiencias detectadas por los técnicos en algunos de los elementos que forman parte del recinto, que contará con un solarium con acceso directo al mar, una piscina con vistas a la Malva-rosa y varios locales gastronómicos. Según detalla el concejal de Comercio y Dominio Público, Carlos Galiana, la pasada semana se entregó a los promotores del Marina Beach Club (Recaba Inversiones) un informe de Urbanismo y entre este martes y el miércoles se les dará el de Licencias para que subsanen los problemas que impiden su apertura.

La solución pasa por realizar alguna obra de mejora, lo que collevaría un retraso considerable en pleno mes de agosto, cuando tanto administraciones públicas como empresas se encuentran con menos personal del habitual. Posteriormente, se tendrá que volver a realizar la comprobación de las correcciones por parte del Consistorio y, por último, conceder la licencia definitiva. Todo este periodo, calculan, podría durar alrededor de mes y medio si no se aceleran los arreglos.

Este gran proyecto de la Marina se quedaría, así, sin las ganancias de la temporada estival, la época de mayor recaudación, lo que supondría cuantiosas pérdidas para la empresa.

Desbloqueo

El Consorcio Valencia 2007 adjudicó la concesión en mayo de 2014 y las obras, que han costado finalmente alrededor de tres millones de euros, arrancaron a comienzos de 2015. Desde el Ayuntamiento destacan que, pese a tratarse de un proyecto que no es de su pleno gusto, han trabajado «desde el primer día» que entraron a gobernar por «solucionar de forma prioritaria» la paralización preventiva de las obras a falta de varios de los informes requeridos, algunos de los cuales ya son favorables.

El Marina Beach Club pretende convertirse en una de las principales fuentes de ingresos para la entidad pública junto con el complejo de formación de emprendedores de Juan Roig y el alquiler del edificio Veles e Vents.

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