Cruceristas recién llegados a Valencia
Cruceristas recién llegados a Valencia - rober solsona
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La Comunidad busca un nuevo modelo a la espera del consenso del sector turístico

Apuestan por cruceros, el lujo y reforzar la promoción, mientras siguen con atención las medidas de Madrid y Barcelona

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Las propuestas turísticas de los gobiernos madrileño y catalán son vistas con recelo por el sector en la Comunidad Valenciana. Tanto la moratoria en la concesión de licencias hoteleras aprobada por Ada Colau en Barcelona como la imposición de algún tipo de tasa al turismo por parte de Manuela Carmena en Madrid –aunque posteriormente se echó atrás– se consideran descartadas en la región por el momento. El cambio de gobierno y el planteamiento de modificar el modelo turístico sí genera, sin embargo, inquietud entre los representantes de los hosteleros, quienes permanecen atentos a cualquier movimiento.

Con este verano ya cerrado en cuanto a estrategia se refiere, el análisis lo realizan a largo plazo y las opiniones de las organizaciones difieren.

Manuel Espinar, presidente de la Federación de Hostelería de Valencia, ve una «oportunidad única» para la ciudad las medidas que frenan los visitantes en Madrid y Barcelona. En esta última ciudad, apunta, «la capacidad de carga turística es superior a la de servicios, por lo que la gente huye de determinados barrios como el de Las Ramblas. Eso en Valencia no ocurre y tendríamos que aprovecharlo», señala.

Imposiciones

Las medidas en ambas ciudades también son criticadas por Luis Martí, presidente Federación Hotelera de la Comunidad Valenciana, al haber sido «impuestas sin consensuar con el sector afectado». Aun así, no cree que éstas afecten directamente a la región ni que vaya a suponer un beneficio o un repunte de la demanda. Para Manuel Espinar, la apuesta debería centrarse en el turismo de cruceros, convirtiendo a la capital del Turia en referencia, y en el turismo de lujo.

Mientras, la prioridad para Luis Martí pasa por invertir más en promoción –sobre todo en mercados lejanos– y por poner coto al alojamiento ilegal. «Queremos pedir a la Administración que usen los medios que tienen a su alcance para perseguir estos métodos. El turista ha de consumir y aportar valor añadido», indica.

En su opinión, la Comunidad tiene que aprovechar «cualquier ventaja competitiva y consensuar las estrategias entre los políticos y el sector, porque el turismo aporta al PIB 1.500 millones de euros al año y genera numerosos puestos de trabajo».

Ambos representantes tienen previsto mantener varias reuniones con el Gobierno local para transmitir sus peticiones. En este sentido, el concejal de Desarrollo Económico Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, ha apuntado a lo largo de esta semana parte de la estrategia que quiere llevar a cabo. Entre las iniciativas destaca el refuerzo del turismo cultural como eje, la profesionalización de los guías turísticos o hacer «una ciudad más amable para el peatón y el ciclista, con calidad medioambiental».

Nuevos mercados

El socialista tampoco entiende que las medidas de Barcelona o Madrid tengan repercusión directa en la ciudad. «Nuestro objetivo no es tanto mirar hacia estas capitales como poner el esfuerzo en que Valencia compita a nivel global.

Aún así, permaneceremos atentos a cualquier movimiento», afirma. Para ello, considera que hay que captar dos franjas: la de países de Oriente, en los que los gobiernos favorecen la actividad turística; y seguir compitiendo en el viejo continente gracias a una oferta cultural, náutica y gastronómica de calidad.

El diálogo con el sector, asegura, será clave en este sentido y comenzará «de forma inmediata» la ronda de contactos para la elaboración del Plan Estratégico 2016-2020.

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