Tiene que ser algo nuevo

Ya no es que aquello de que «mi palabra es más fuerte que el roble», desgraciadamente, tenga escasa vigencia, sino que, más aún, en no pocas ocasiones un papel firmado tampoco es garantía de mucho. Luego, el hoy es un ver para creer. ¿Qué es lo que tienen que ver las jugadoras de la selección española de fútbol -más aún el fútbol femenino nacional-? Que efectivamente se produce un cambio necesario desde la Real Federación Española de Fútbol para articular el futuro de una generación talentosa, con calidad, con notables futbolistas, que cada vez más encuentran acomodo en ligas potentes, que piden más exigencia porque ellas mismas la tienen, y reforzar el camino para aquellas que llegan por detrás, además, pisando fuerte.

Y entienden que con la figura de Ignacio Quereda y su cuerpo técnico existe un freno. Ya se conoce la denuncia efectuada con carta pública y la convulsión generada tras el pasado Mundial.

El presidente de la RFEF, Ángel María Villar, escuchó la voz del seleccionador -al que ingresó en la sección femenina hace 27 años- y a las jugadoras. Amanda Sampedro, Priscila Borja y Natalia Pablos, que se reunieron con éste, expusieron los argumentos del grupo de 23 que reclama la necesidad de un cambio de seleccionador, y salieron satisfechas del encuentro. Un asunto denso. Con relatos que no han dejado en buena posición a Quereda. Tampoco a sus colaboradores. Y parece que tendrá efecto.

El fundamento, si acaba produciéndose el cambio -y volvemos aquello de ver para creer-, está en quiénes sustituyan a Quereda y su equipo de trabajo y en qué posición quede el actual seleccionador -que tendrá un cargo en la federación- o qué poder de decisión tenga sobre la selección. Pedro Martínez, entrenador del Arsenal Ladies, y Jorge Vilda, seleccionador sub’19, son candidatos.

Fuere quien fuere, debe ser una etapa nueva. Sin vicios, ni rencillas. Sin vínculos con Quereda. Sin posibilidades de presiones. No se puede instalar el asunto en un cambio de rostros, pero no de filosofías. Tiene que ser una etapa nueva. Y ante esa las jugadoras deberán responder al máximo.