Herrera pide cerrar filas con Tejerina pero se pone «al lado» de los ganaderos

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en su primera aparición pública del nuevo curso político, analizó, a preguntas de los informadores, algunas cuestiones que afectan especialmente a la Comunidad, como la crisis del sector lácteo que ha dado lugar a la llamada «Marcha blanca» con los ganaderos en ruta desde León a Madrid en busca de soluciones. Y aunque pueda parecer contradictorio, Herrera apeló al «cierre de filas» con la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina y, al mismo tiempo, dijo estar «al lado» de los ganaderos en sus reivindicaciones «absolutamente entendibles» por un precio «justo y digno».

El presidente de la Junta pidió apoyo para los esfuerzos de la ministra en sus negociaciones con Bruselas con el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan.

Insistió, además, en que en Francia el Estado no ha fijado los precios de la leche -como se ha llegado a decir y reclaman los ganaderos- y apeló a mantener un equilibrio entre toda la cadena de valor, desde los productores, a los distribuidores o la propia industria para que se puedan atender todos los intereses. En cualquier caso, mostró su disgusto por la entrada de leche francesa más barata que la nacional, por lo que reclamó que Europa adopte medias como la retirada de los excedentes lácteos o una financiación específica para el sector.

El presidente de la Junta recorrió las instalaciones que la empresa Aciturri tiene en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), acompañado por el presidente del Grupo, Ginés Clemente. En este escenario, se refirió también a otro sector en crisis, el minero, y fue especialmente crítico con la actuación del Gobierno central por no haber desarrollado el acuerdo alcanzado en 2013 y por su retraso en aprobar la norma que regula la compra de carbón autóctono.

También mostró su malestar por las «pegas» que desde los ministerios involucrados, es decir Industria y Hacienda, se están poniendo a la implantación del llamado «céntimo verde» que consiste en una bonificación vinculada al consumo de carbón autóctono y que puede ser un revulsivo para el sector. A esas trabas el Ejecutivo regional está respondiendo con informes objetivos y estudios que avalan su viabilidad.

Herrera insistió en que el retraso en la aplicación del Plan del Carbón aprobado por el Gobierno central frustró unas expectativas que ahora se topan con «un futuro muy exigente» marcado por Bruselas y que se sustenta en un profunda reestructuración de las comarcas mineras (León y Palencia). Sin embargo, en palabras de Herrera, eso es algo que no se puede producir «sin que existan unos esfuerzos públicos para que haya otra actividad en la zona» como única forma de tener «una mayor esperanza y una garantía de futuro». «Yo no sé si el Gobierno tiene o no voluntad de realizar una profunda reestructuración», matizó, pero se mostró convencido de que no se puede realizar sin el dinero público que permita mantener la actividad en las cuencas.