Ejemplar de lechazo asado
Ejemplar de lechazo asado - abc
gastronomía

Un menú navideño «made in Castilla y León»

Las constantes comidas que se repiten durante esta época pueden solventarse con alguna de las muchas ofertas gastronómicas que la región ofrece

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El frío ya está. Las calles engalanadas y alumbradas también. Los Papa Noeles y Reyes Magos están ultimando sus presentes. Ya sólo falta una cosa: las copiosas comidas típicas de Navidad. A los españoles nos gusta reunirnos frente a una mesa con la familia y los amigos por cualquier motivo, y durante estas fechas, encontramos muchos. Y para ello no se escatima en productos. Las abundantes comidas y cenas son una parte intrínseca a los últimos días de cada año, y desde ABC.es ofrecemos un menú con el que complacer a tus invitados elaborada con alimentos «made in Castilla y León».

En la variada despensa regional podemos encontrar multitud de productos para todos los gustos y bolsillos. Desde carnes y pescados, a embutidos y legumbres, sin olvidar los postres y un gran catálogo de caldos con los que maridar la comida.

Y todos con un toque autonómico con el que apostar por los productos de la tierra y la temporada.

Una vez colocada la mesa y elegido el lugar que ocupará cada comensal en el banquete familiar, es la hora de servir los entrantes. Para ello, se puede apostar por tres ricos y ligeros aperitivos con los que abrir boca a la espera del colofón culinario. De esta forma, un buen jamón de Guijuelo (Salamanca) cortado con el grosor deseado, acompañado de un crujiente «pan de pueblo» leonés, sumado a una ración de espárragos de Tudela de Duero (Valladolid) y un revuelto de níscalos y hongos de la Sierra Norte de Gredos, en Ávila, pueden suponer un prometedor inicio del ágape.

Una ver sorteado el primer envite, llega la hora de calentar el cuerpo y, de paso, combatir el frío invierno castellano y leonés. Para ello, se pasa del plato llano al hondo, y en el interior se sirve la tradicional sopa de trucha de León. Una forma suave y sabrosa enlazar los entrantes y el plato principal sin terminar este segundo asalto con las fuerzas justas.

Con la consiguiente pausa entre apartado y apartado, llega la hora de agarrar cuchillo y tenedor con fuerza y hacer frente al momento cumbre de la celebración. Buscando en la despensa regional, dos opciones se elevan por encima de cualquiera, y es ahí donde el gusto de cada comensal son claves para decantar la balanza. Así, un lechazo churro del corazón de Valladolid asado a fuego lento, o un cochinillo segoviano son el centro deseado para cualquier vianda que se precie. Cualquiera de los dos, acompañado de un fresca ensalada, con lechuga de Las Merindades (Burgos), suponen el clímax gastronómico de una cena «made in Castilla y León».

Si la despensa de la región es grande, su bodega no se queda atrás. Esta ofrece al anfitrión la posibilidad de elegir un caldo que se adecue a su gusto entre alguna de las nueve Denominaciones de Origen autonómicas. Tinto, rosado, blanco o espumoso, el abanico que se abre oferta una variada selección para que no haya excusa a al hora de apostar por un vino autóctono.

Por último, un convite navideño no es tal sin su consiguiente bandeja de turrones. Para ello, los organizadores podrán elegir entre cualquiera de los distintos tipos y sabores que se elaboran de forma artesana en La Alberca (Salamanca). Turrón duro, blando, de jamón ibérico, de chocolate y naranja, de nueces y miel, etcétera. Una dulce forma de poner punto y final a una sabrosa celebración navideña, apostando por productos de la tierra. ¡Que aproveche!

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