El vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito, junto a su pareja, Noemí Parra
El vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito, junto a su pareja, Noemí Parra - efe
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Podemos elevará a Madrid el presunto «caso de nepotismo» avalado por uno de sus cargos públicos en Gran Canaria

Uno de los vicepresidentes del Cabildo de la isla, Juan Manuel Brito, justifica el nombramiento de su pareja sentimental como directora de Igualdad en la misma institución donde cogobierna

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A medida que pasa el tiempo, Podemos dibuja su fractura interna en instituciones de Canarias como el Cabildo de Gran Canaria gracias a hitos como el que acaba de protagonizar, y ya van dos, el actual vicepresidente segundo y consejero de Gobierno de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana de esta institución, Juan Manuel Brito.

La cuestión de partida es sencilla: las contrataciones de los directores generales en esta institución pública. Un procedimiento reglado y garantista que no llamaría la atención si no fuera porque entre las recientes contrataciones figura Noemí Parra como directora general de Igualdad, y actual pareja del de Podemos, formación que cogobierna el Cabildo grancanario junto al PSOE y Nueva Canarias (NC).

Conocidos este y otros nombramientos, la secretaria regional de Podemos en Canarias, Meri Pita, ha anunciado este sábado no sólo que se desmarca, sino que, si no se retira la contratación de Parra, la llevará al comité de garantías del partido de Pablo Iglesias, en Madrid.

En un contundente comunicado, deja claro que, tras estas contrataciones anunciadas por sus compañeros, el Consejo Ciudadano, órgano de dirección política de Podemos en la isla, ha informado a la dirección del partido de que "en ningún momento se le comunicaron ni las necesidades que han motivado la convocatoria y contratación de directores generales, ni el número necesario o los perfiles profesionales definidos, así como tampoco el procedimiento para su selección, por lo que ni avala ni aprueba estas decisiones, confirmando que han sido adoptadas de manera unipersonal por los propios consejeros".

El código ético de esta formación es de obligado cumplimiento

Entre estas decisiones, explica, está el nombramiento de "la pareja del consejero Juan Manuel Brito, Noemí Parra, como directora general de Igualdad, un caso de nepotismo respecto al cual Meri Pita ha anunciado ya que, si no se retira la propuesta, será llevada a la comisión de garantías, porque en Podemos nos tomamos el código ético muy en serio y es de obligado cumplimiento para todos".

Finaliza Pita recordando que "el nepotismo es una de las prácticas de los partidos de la casta que nos hemos comprometido a erradicar, y de ninguna manera vamos a permitir que se produzca dentro de nuestras filas o por parte de nuestros representantes en las instituciones". No obstante, confió en que "un gobierno progresista como es el del Cabildo de Gran Canaria no dé su visto bueno a estas prácticas y también tome medidas al respecto", zanja en clara alusión al silencio de los socios en el Cabildo, PSOE y NC, con relación a este problema.

Sin embargo, para Brito que su pareja entre a trabajar en el Cabildo cuando él es vicepresidente segundo no le supone ningún motivo de crítica ni de reproche ético personal o político alguno. Al contrario, señala a Pita. En un comunicado posterior de respuesta, respaldado por él mismo y por varios consejeros de Podemos en Gran Canaria, la acusa de querer "desestabilizar" el pacto en la corporación insular.

Ajeno al caso de su compañera sentimental

Para defender la designación, este grupo de díscolos sostiene que "Pita recurre a una falacia argumentativa, ya que el nombramiento de Noemí Parra por parte de la consejera de Igualdad, María Nebot, no tiene absolutamente nada que ver con la circunstancia de ser pareja de Juan Manuel Brito. Han sido los más que demostrados méritos profesionales y su impecable trayectoria sociopolítica los que han fundamentado la decisión".

Aseveran sin sonrojo que la secretaria autonómica se alinea con las "falacias machistas de la derecha más retrógrada por partida doble", porque, por un lado, "reduce a la condición de 'pareja de' a una profesional cualificada y con un largo recorrido en el campo de la igualdad y la lucha contra la violencia de género".

Mientras que, por otro, "ningunea y anula la voluntad y autonomía de la consejera insular de Igualdad -la susodicha Nebot-, adjudicando la responsabilidad de la decisión a Brito", justifican en dicho comunicado que, por otra parte y para resultar ajeno a la cuestión, Brito ha colgado en su cuenta de Twitter.

De hecho, mantiene que no ha intervenido "en ningún momento en dicho proceso de selección", ya que se trata de "un proceso garantista, que se realiza por oferta pública y que requiere de un informe del personal técnico de recursos humanos para el nombramiento. Más allá de que los perfiles se ajusten a las competencias de las personas que se consideran idóneas para el puesto, todas las personas concurren en igualdad de condiciones", aseveraron.

El consejero se envuelve en la bandera del pacto y se apunta el tanto

Brito aprovecha la situación que ha creado la incorporación de su compañera sentimental en la misma administración en la que, de momento, él desempeña sus funciones para envolverse con la bandera del pacto en el Cabildo, apuntarse el tanto y deslizar un órdago a la secretaria regional mencionando al PP de rondón. En otras palabras, destapa la guerra interna en Podemos.

"Es cuanto menos llamativo que la secretaria autonómica de Podemos recurra a las mismas falacias del PP con la única intención de atacar el pacto progresista en el Cabildo de Gran Canaria del que siempre estuvo en contra. Desgraciadamente, la oposición al pacto sigue estando presente en una minoría dentro de Podemos, representados por la secretaria autonómica y el secretario insular, que no pierden la oportunidad para intentar torpedearlo", se queja.

Para estos consejeros, el rechazo de Meri Pita a la designación de la pareja de Brito ejemplifica "una de las peores prácticas de la vieja política, la de recurrir a falacias y falsas acusaciones", atacan obviando la posible colisión de intereses públicos y privados que esta medida supone para la administración grancanaria.

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