¿Hay dos Podemos?

En una entrevista concedida por el socialista Guillermo Fernández Vara a la cadena COPE, el nuevo presidente de la comunidad extremeña dijo que no es el mismo Podemos el que se presentó a las elecciones europeas que el que lo hizo en las autonómicas y locales.

Y yo añado que, si eso es así, el de ahora es mucho peor. ¿Y saben por qué?. Pues porque en lugar dedulcificar sus posicionamientosy abandonar sus políticas populistas y demagógicas, lo que han hecho es radicalizarlas aún más. Pero, claro, el futuro presidente de Extremadura necesita convencerse y convencer a los extremeños de que esto es como él dice, para así poder justificar el acuerdo al que ha llegado con esa formación, Podemos, cuyo origen comunista radical produce muchas dudas sobre lo que realmente quiere hacer en Extremadura.

Y por eso es por lo que Fernández Vara pretende vendernos otro Podemos diferente al que se presentó en Europa y cuyo programa, es verdad, nada tiene que ver con lo que confeccionaron y luego defendieron en las distintas comunidades autónomas y municipios. Cosa, por otro lado, bastante lógica, si tenemos en cuenta que el ámbito de actuación no es el mismo.

Aquí, en Canarias, todavía no sabemos muy bien si hay o no diferencias entre lo que prometieron a los canarios para Europa y lo que nos dijeron antes del 24 de mayo pasado para intentar gobernar las islas. Y no lo sabemos porque, como no obtuvieron resultados electorales que les hubiesen permitido utilizarnos como cobayas en la aplicación de sus políticas sociales, económicas e institucionales, salvo en algún cabildo y ayuntamiento donde su representación es casi testimonial, pues no se puede hacer ningún tipo de comparación.

Aunque mejor es así. Sobre todo después de contemplar, solo un mes después, lo que hacen sus correligionarios en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona. Pero, sea como fuese, lo cierto es que Podemos sigue siendo un solo partido con unas únicas constantes políticas vitales.

Constantes políticas que forman parte de su ADN, como son, entre otras, el impago de la deuda pública (como los griegos); la renta básica para todos con cargo al IRPF (imposible de llevar a cabo); el control público de las empresas privadas; el intervencionismo estatal en todos los sectores (antiguo régimen soviético); la expropiación de fincas agrícolas (como hizo Chávez en Venezuela); el aumento del Impuesto de Sociedades, así como la recuperación del de Patrimonio e incremento del IRPF; la implantación de un IVA agravado del 35% y sin derecho a deducción; etc. etc. etc.

Mientras tanto, si el señor Fernández Vara quiere seguir engañándose a sí mismo, allá él, pero no a los extremeños. Y es que a este señor parece que le pasa como a aquel al que le señalaban la luna y él sólo se fijaba en el dedo. Así nos va.