Entre intereses y amortizaciones, Aragón tiene que desembolsar este año 801 millones
Entre intereses y amortizaciones, Aragón tiene que desembolsar este año 801 millones
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La deuda pública de Aragón rozará ya los 7.000 millones de euros a fin de año

El endeudamiento financiero de la Comunidad superará la barrera del 20% del PIB regional

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La deuda autonómica de Aragón sigue aumentando, imparable. Al acabar el año rozará ya los 7.000 millones de euros, tras haber engordado en doce meses en —al menos— otros 680 millones. El aumento es muy superior al que se había previsto inicialmente, cuando el anterior Gobierno aragonés del PP aprobó el presupuesto de la Comunidad para el presente ejercicio —las últimas cuentas que diseñó el Ejecutivo de Rudi—. En los presupuestos se había contemplado un aumento neto de la deuda de 365 millones de euros, pero finalmente será prácticamente el doble.

La necesidad de hacer frente a pagos pendientes y la insuficiencia de los recursos propios para enjugar los costes del sector público de la Comunidad obligaron a revisar al alza el presupuesto de gastos.

Y, a falta de ingresos, todo ese gasto de más tiene que digerirse pidiendo dinero prestado.

La diferencia respecto a años anteriores es que la mayoría del endeudamiento suscrito este año se ha contratado con el Estado como intermediario, a través del denominado Fondo de Facilidad Financiera. Sigue siendo deuda, se tiene que devolver igualmente y, tras ella, también están los grandes inversores y los bancos que son los que conceden ese dinero. Pero, en vez de ser el Gobierno aragonés quien capta directamente esos fondos, lo hace el Estado y luego es éste quien se lo concede como préstamo al Ejecutivo regional.

Otra diferencia sustancial es que, con este mecanismo, las condiciones financieras de esa deuda son sustancialmente mejores: sale más barata, porque los tipos de interés son menores. Eso sí, a cambio el Gobierno aragonés queda tutelado por el Ministerio de Hacienda de forma más estrecha y queda forzado a meter en cintura unas cuentas que siguen acumulando preocupantes números rojos —este año se prevé que Aragón acumule un déficit de más de 700 millones de euros—.

Situación problemática

Durante el presente ejercicio, el Gobierno aragonés está forzado a pedir prestados 1.278 millones de euros. Solo una pequeña parte de todo ese dinero se destina a amortizar deuda ya acumulada. Exactamente, 595 millones de euros. De ahí que en estos doce meses de 2015 vaya a aumentar el endeudamiento en al menos 680 millones de euros, que es la diferencia entre la nueva deuda y la que se amortiza.

El problema que genera el continuo y abultado incremento de la deuda del Gobierno aragonés es que cada vez tiene que dedicar más parte de su presupuesto a pagar por el dinero prestado. O, lo que es lo mismo, cada vez le queda menos margen para atender otros gastos en materia de inversiones o en servicios y prestaciones que repercuten directamente en los ciudadanos.

Gastos financieros

Este año, por ejemplo, pese a que la mejoría de los mercados financieros han aliviado los tipos de interés, el Gobierno de Aragón tiene que desembolsar 801 millones de euros exclusivamente para atender sus compromisos de deuda: 595 millones para abonar vencimientos —amortizaciones— y otros 206 millones para pagar intereses a quienes le prestaron dinero años atrás.

Aragón acabó el año pasado con una deuda pública acumulada de 6.010 millones de euros —sin contar la de sus empresas públicas—. Y, con el presupuesto de 2015 en la mano, a esos 6.010 millones se van a sumar este ejercicio otros 683 millones. Eso hace que el monto total de la deuda del Gobierno aragonés suba hasta los 6.693 millones de euros. Pero no es descartable que, finalmente, la cifra sea aún mayor. Ha ocurrido ya en años anteriores, en los que tras afinar los cálculos y depurar las cuentas acaba aflorando un sobrendeudamiento mayor. En cualquiera de los casos, la deuda pública del Gobierno de Aragón cerrará el año asomándose a la barrera de los 7.000 millones, más del 20% del PIB de la región.

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