La Sanidad aragonesa suspende compras y obras por falta de dinero

La Sanidad pública aragonesa no podrá realizar compras y obras que no hubieran estado comprometidas con anterioridad y deberá mantener esa suspensión, al menos, hasta principios de 2016, hasta que se abra un nuevo ejercicio presupuestario y la Comunidad disponga de nuevas cuentas.

La situación viene motivada, lisa y llanamente, por la falta de dinero de la Administración autonómica. El presupuesto de gastos de este año, que dejó aprobado en la recta final de su mandato el anterior gobierno regional del PP, se ha quedado corto. Y el actual Ejecutivo socialista ha optado por bloquear partidas de diversos departamentos para poder utilizar ese dinero a atender gastos que considera prioritarios e insoslayables. Entre ellos —argumentan desde el gabinete que preside Javier Lambán— el pago de las nóminas de los alrededor de 50.000 empleados públicos que suma la Comunidad autónoma.

Desde la Consejería de Sanidad se ha tratado de restar importancia al bloqueo de nuevos gastos para abastecer centros de salud y hospitales de aquí a fin de año. Consideran que no va a provocar graves problemas de desabastecimiento —hay reservas y últimas compras que ya estaban comprometidas y se hacen efectivas— y que, por tanto, no es previsible que eso afecte de forma significativa a la atención sanitaria. Pero no ocultan que la situación financiera es delicada.

El bloqueo de partidas presupuestarias para atender gastos inaplazables en la Administración autonómica ha afectado a todos los departamentos. En total, algo más de 175 millones de euros. Pero la mayor parte, 95 millones, se han bloqueado en las cuentas del Servicio Aragonés de Salud. Se trata de 80 millones que quedaban para realizar compras de suministros y otros 15 que aguardaban para acometer obras en instalaciones sanitarias.