El PSOE pasa a gobernar Aragón con solo un 30% de apoyo parlamentario

El PSOE pasa a gobernar Aragón desde este fin de semana con tan solo un respaldo parlamentario del 30%. El otro 70% lo tiene en la oposición, en la que se ha quedado declaradamente Podemos pese a darle el voto al socialista Javier Lambán para su investidura como nuevo presidente de Aragón.

Durante la segunda y última sesión del pleno de investidura, Podemos remarcó que queda instalado en la oposición al nuevo gobierno que contribuye a formar con su voto parlamentario a Lambán. Pero su respaldo se queda única y exclusivamente en ese voto de investidura.

En un momento del debate, el portavoz del PP, Roberto Bermúdez de Castro, incidió en la debilidad del nuevo Ejecutivo socialista y ha auguró «inestabilidad».

Durante ese momento de su intervención desde la tribuna de las Cortes regionales, se preguntaba en qué posición quedaba Podemos, a lo que desde la bancada del grupo liderado por Pablo Echenique se respondía apuntando rápidamente que en la oposición.

Ocurría escasas horas antes de la votación en la que Lambán —en este caso sí con los votos de Podemos— pasó a convertirse en nuevo presidente de Aragón tras haber cosechado el PSOE el peor resultado de su historia en unas elecciones autonómicas en esta región, conservando solo 18 de los 67 escaños que conforman las Cortes regionales, y tras haber tenido que aceptar un centenar de medidas que ha debido negociar para pactar su investidura, por separado, con Podemos, la Chunta e IU. Estos dos últimos han quedado reducidos a su mínima expresión en las Cortes de Aragón, con tan solo dos diputados —CHA— y con únicamente un escaño Izquierda Unida.

Para paliar esa soledad minoritaria del nuevo Gobierno aragonés, Lambán ha pactado la entrada de Chunta en el nuevo gabinete presidido por Lambán, y negocia también con IU incorporarse al Ejecutivo. Con la CHA, el gobierno de coalición suma 20 diputados en la Cámara autonómica; si entra IU serán 21. En cualquiera de los casos, apenas el 30% del arco parlamentario.

Durante esa sesión de investidura, el propio Lambán reconoció implícitamente que su acción de gobierno queda cautiva de Podemos, aunque insistió en que eso no tiene por qué conducir a inestabilidad, lo que fue abiertamente cuestionado desde el PP —que fue el partido más votado y se mantiene, con 21 escaños, como el grupo parlamentario más numeroso de las Cortes regionales, completadas con seis diputados del PAR y cinco de Ciudadanos—.

Grandes proyectos aparcados

Lambán reconoció igualmente que esta posición de debilidad le obligará a pactar permanentemente su acción de gobierno en las Cortes regionales. Queda en manos de Podemos, de ahí que evitarareiteradamente concretar cuestiones en las que el PP le ha instado a que desvelara con detalle, caso de qué va a hacer con los impuestos, con la política presupuestaria y el déficit, o con grandes proyectos estratégicos de Aragón que el PSOE ha dejado ya, de antemano, en un segundo plano. Ha sido el caso de la ansiada Travesía Central del Pirineo (TCP), para abrir un gran corredor de comunicaciones con Europa del que carece esta Comunidad; o la construcción de los embalses pendientes en Aragón.

Aunque Lambán ha dicho estar a favor de la TCP —pese a que fue el Gobierno del PSOE quien la relegó en beneficio de la aspiración catalana del Corredor Mediterráneo, en 2008— y de los embalses, pero ha reconocido que esta posición queda ahora a expensas de sus socios de izquierdas. La Chunta ha sido la que más frontalmente se ha opuesto a las obras de regulación hidráulicas desde hace décadas, y —en distinto grado— ni CHA, ni Podemos ni IU respaldan la Travesía Central del Pirineo, unos por estar frontalmente en contra y otros por poner en duda su utilidad o viabilidad.