Alejandro Sanz: «Se fue la jefa»

«Se fue la jefa». Así despidió ayer el cantautor Alejandro Sanz a su madre, que murió el jueves en su pueblo, la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules. María Pizarro falleció sobre las once de la noche del jueves en su casa, en la que, según fuentes del Ayuntamiento, pasaba una temporada coincidiendo con las fiestas patronales del municipio. La inesperada noticia pilló a Alejandro Sanz en Miami, por lo que el artista no dudó en soltar su dolor a través de la red social.

«No dejéis que el tiempo decida. No dejéis que os gane... Llamad a vuestros padres ahora mismo para decirles que son lo mas importantes de vuestra vida. Un abrazo y gracias de nuevo. La vida sigue pero mal», escribió el cantante de 'Amiga mía' a sus más de 5,5 millones de seguidores.

Sanz también quiso agradecer el apoyo recibido en la red tras la triste noticia: «Gracias a tod@s. Se fue la jefa..(Pobrecita la guitarra qué dolor de mi pañuelo) (...) Perdonadme pero no quiero mas que llorar y maldecir al destino».

«Voy a intentar dormir. Que sepáis que ella os quería mucho a tod@s. Siempre os tenía presente. Y os habría hecho un potaje de garbanzos a tod@s si hubiera podido. Gracias por el cariño. No hay consuelo», concluyó.

Alcalá de los Gazules, de donde Alejandro Sanz fue nombrado hijo adoptivo y pasó los veranos de su infancia y adolescencia, se prepara para despedir a María Pizarro, miembro de una familia que, además, tiene entre sus miembros a políticos como el exconsejero de Gobernación y diputado autonómico socialista Luis Pizarro.

Alejandro Sanz, que ha vendido más de 22 millones de discos en todo el mundo, ya había perdido en 2005 a su padre, el algecireño Jesús Sánchez Madero, a quien dedicó su posterior victoria en los Grammy en 2006 y quien, también músico en los años 60 como miembro del 'Trío Juventud', le regaló su primera guitarra.

Causas de la muerte

Reunida con los suyos en el restaurante que fue de sus padres, la alcalaína cenó horas antes de empezar a sentirse mal, según ha podido saber LA VOZ. Aunque se encontraba instalada en casa de su hermano Paco, después de cenar se dirigió hasta su vivienda, acompañada de uno de los empleados del establecimiento familiar, para arreglar el termo de agua caliente. Fue en ese instante cuando María comenzó a sentirse mal y el trabajador que la acompañaba no dudó en llamar a los servicios de emergencia sanitaria, situados a pocos metros de la vivienda. Al llegar el servicio fue atendida con todos los recursos pero poco pudieron hacer ya los profesionales para salvar su vida. Sobre las once de la noche María Pizarro fallecía a los 78 años de edad por una insuficiencia cardíaca, enfermedad de la que tenía antecedentes, y que le provocó un encharcamiento de pulmones irreparable, según fuentes médicas consultadas.

A la espera de la llegada de sus dos únicos hijos, Jesús y Alejandro, el cuerpo de María era velado en el Tanatorio de Chiclana, donde hoy, a la una de la tarde, será incinerado rodeado de todos los suyos.