Sociedad

Sus vecinos recuerdan a 'Mari' como una mujer sencilla y cercana

ALCALÁ DE LOS GAZULES. Actualizado: Guardar
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«Ha venido a morir donde nació y junto a los suyos». Son las palabras con las que una vecina de Alcalá de los Gazules y muy allegada a la familia Pizarro describe la triste pérdida que ha significado el fallecimiento de María Pizarro. Aunque ya había fijado su residencia en Madrid, junto a su otro hijo Jesús, 'Mari', como era conocida entre los vecinos, no dejaba de visitar su pueblo natal varias veces al año. En esta ocasión, las fiestas de San Jorge y la próxima intervención quirúrgica de uno de sus hermanos fueron los motivos que la llevaron a viajar hasta Alcalá y pasar unos días con los suyos. No en vano, compró una nueva vivienda hace unos tres años justo enfrente de las casas de los dos únicos hermanos que continuaban viviendo en el pueblo. Ayer, después de la tormentosa noche que vivieron los Pizarro, las puertas de las tres viviendas permanecían cerradas a cal y canto. Toda la familia se había trasladado hasta el Tanatorio de Chiclana donde permanecía el cuerpo de la madre de Alejandro Sanz.

A pesar de todo, no fueron pocos los alcalaínos que se acercaban hasta la vivienda, según se iban enterando de la noticia, para mostrar sus condolencias a los familiares y, al no encontrar nadie, las visitas se centraron en el restaurante Pizarro, propiedad de la misma familia. El establecimiento, a pesar del luto, se mantuvo abierto y acogiendo a todos aquellos que se dirigieron a expresar su pesar.

La noticia del fallecimiento de María Pizarro comenzó a extenderse por Alcalá a partir de las nueve de la mañana, cuando madres y padres se reunían a la entrada de los colegios, ya que la pérdida había sucedido durante la noche anterior y habían sido pocos los testigos, así como los que pudieron dar consuelo a los familiares.

Por eso, desde ese momento y debido a lo conocida que era María en su pueblo, los vecinos que salían a la calle acababan apiñados en grupos para comentar el deceso. De todas estas conversaciones, la clave que se repitió a lo largo de la jornada era recordar la sencillez y el trato tan cercano que tenía con su pueblo la madre del cantautor, ya que ha sido un sentir generalizado en un pueblo en el que «nadie, y menos ella, pasa desapercibido», señalaron los alcalaínos.