La Guardia Civil concluye la búsqueda de pruebas para esclarecer el crimen de Arriate

La Guardia Civil, que investiga la muerte violenta de la niña María Esther Jiménez Villegas, de 13 años, ocurrido en la localidad malagueña de Arriate, concluyó ayer la recogida de pruebas en el lugar donde fue hallado el cadáver el pasado jueves en el casetón de una depuradora. La inspección ocular ha durado tres días, algo no habitual en este tipo de casos.

El perímetro inicial de la inspección ocular se amplió con el fin de que los agentes pudieran incorporar a las pesquisas cualquier detalle u objeto que aporte luz para esclarecer este trágico suceso, que tiene consternado al pueblo serrano de Arriate. A la localidad se desplazaron el pasado sábado miembros de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), procedente de Madrid, así como un grupo de psicólogos del mismo cuerpo, que se han sumado a los agentes de Ronda y de la Comandancia de Málaga que llevan desde el principio el curso de las investigaciones.

Por las dos salas que el Ayuntamiento de Arriate ha habilitado en su edificio para que la Guardia Civil realice los interrogatorios, han pasado en estos días una treintena de personas, entre vecinos, amigos o compañeros de clase de la pequeña. En estos momentos la investigación se centra en cuatro vías, sobre las cuales se sigue trabajando, informaron fuentes cercanas al caso.

Mientras, el cuerpo sin vida de María Esther Jiménez Villegas recibió en la mañana de ayer sepultura en la localidad de Paterna de la Ribera, de donde es originaria la familia. Precisamente, estando allí, los padres recibieron una llamada telefónica de la Guardia Civil para que se desplazaran a Arriate cuando terminara el entierro para prestar declaración.

Sin embargo, a las nueve menos cuarto de la noche aún no habían llegado al municipio malagueño. En los alrededores del Ayuntamiento aguardaban con expectación al aire libre numerosos periodistas y vecinos, a pesar del fuerte frío que hizo ayer. En la casa de los padres, cercana a la Casa Consistorial, tampoco había nadie. Se espera que durante la jornada de hoy puedan los padres prestar declaración a la Guardia Civil que contribuya al esclarecimiento del hecho.

El hallazgo

El cadáver de María Esther apareció en una caseta de una depuradora del municipio, lugar sobre el que comenzó a trabajar la Benemérita. Extrajo pruebas que pueden ser determinantes para descubrir al responsable o los responsables de la muerte de la pequeña. De hecho, en un primer momento se estableció un perímetro de búsqueda que, posteriormente, fue ampliado.

Una de las personas que ha sido interrogada afirmó a los agentes que en la noche de la desaparición vio a la niña andando a unos 100 metros de la caseta en la que se halló su cuerpo, acompañada de una persona que no había podido ser identificada. Ahí reside la principal cuestión por resolver.

El Ayuntamiento de Arriate decretó este pasado viernes tres días de luto en el municipio; unas jornadas de duelo a la que se sumaron Paterna y Alcalá de los Gazules -en esta última reside parte de la familia de la niña- . Los vecinos todavía no se han recuperado del fuerte golpe recibido y se muestran expectantes a que la Guardia Civil detenga en los próximos días al autor o autores de la muerte de María Esther.