La flota del Golfo de Cádiz encuentra un caladero con poca sardina tras el parón

La flota del Golfo de Cádiz vuelve a la pesca de la sardina tras el parón impuesto por el Ministerio de Agricultura desde enero y en estas dos jornadas han visto una cantidad «escasa» en el caladero. La recuperación de la especie no ha sido la esperada, a juzgar por la impresión de los propios pescadores, como avanza el presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios de Pesca (Abempe), Tomás Pacheco. Sin embargo, ese descenso no se ha notado en el precio, que según este armador, fue muy bueno durante el primer día, pero ha caído en el segundo.

Pacheco señala que «estos parones no son por gusto, sabemos que es necesaria una regeneración, pero hemos visto menos cantidad de lo que cabría esperar», admite.

El regreso a la pesca de la sardina supone un espaldarazo para la flota, que afronta esta nueva campaña con restricciones. Pacheco explica que los propios armadores se habían puesto un tope de 3.000 kilos por barco, a pesar de que ese esfuerzo sólo estaba siendo asumido por el sector andaluz y no por el portugués. También afrontan el asunto de la denominación única del pescado como ‘capturado en aguas de Portugal’, un etiquetado que, en opinión de este portavoz del sector, supone un «enorme perjuicio», sobre todo a la hora de establecer un reparto de capturas. Pacheco dice no entender por qué no se hace la diferenciación cuando cada barco pesca en zonas distintas.

El Ministerio ha fijado un cupo de mil toneladas mensuales para los buques españoles que extraen sardina en el Atlántico. Según la resolución de la Secretaría General de Pesca, los buques de España y Portugal podrán capturar en toda la campaña de 2015 hasta un máximo de 19.005 toneladas.