Donald Trump en su discurso de este domingo en Washington
Donald Trump en su discurso de este domingo en Washington - REUTERS

Trump se enfrenta con el juez mexicano que lo investiga

El magistrado ordena publicar el sumario de la fraudulenta universidad del magnate

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Si en el establishment había alguna esperanza de que Donald Trump moderase su discurso y sus controvertidas maneras, se va diluyendo a medida que se avanza hacia la elección presidencial. Por mucho que crezca la inquietud republicana sobre los enemigos que ha sembrado durante las primarias, el millonario no parece tener al colectivo hispano entre sus objetivos para buscar la concordia. En su reciente desembarco en California, simbólico estado donde el 7 de junio se cerrará el proceso, Trump ha vuelto al ataque. El objetivo esta vez ha sido el juez federal mexicano Gonzalo Curiel, quien investiga el supuesto fraude de la universidad de su propiedad que dejó en la estacada a cientos de alumnos. El encontronazo fue como un intercambio de golpes en pocas horas.

El magnate acusó al juez en un mitin de actuar contra él con «odio», a lo que el juez respondió ordenando la publicación de todos los papeles vinculados a uno de los grandes escándalos que rodean a Trump.

El candidato republicano a la presidencia no baja la guardia. Se ha propuesto el choque con todo lo que signifique hispano. Esta vez, aprovechó la investigación contra su fallido proyecto de universidad para buscar una víctima de doble significado: juez federal, es decir, el vituperado Washington, y mexicano. En su acto político en San Diego, fue directo a la yugular: «No juega limpio y actúa por resentimiento racial. Debería darle vergüenza». Desde que el millonario irrumpió en la campaña con su propuesta de un muro frente a México y las deportaciones masivas de inmigrantes, no ha levantado el pie del acelerador.

Luz y taquígrafos

Lo tuviera o no previsto ese día, Curiel, quien trabaja en la Corte de la misma ciudad californiana, le respondió con una decisión judicial: difundir los documentos del caso. Aunque el magistrado no quiso replicar a las duras críticas de Trump, en su escrito explicitaba que el defendido (acusado) «ha logrado ser el líder en la carrera republicana por la nominación presidencial en 2016, y procede dar conocimiento de la integridad de los documentos en cuestión». Una forma de poner luz y taquígrafos a quien puede llegar a ocupar la Casa Blanca.

La Trump University LCC, que nunca llegó a contar con acreditación oficial, se encuentra bajo investigación por presunto fraude desde 2011, cuando decidió actuar la Fiscalía de Nueva York. La institución, fundada en 2004 por Trump, sólo llegó a ofrecer formación «online», con matrículas que oscilaron entre los 1.500 y los 35.000 dólares. Cuando cerró en 2013, cientos de alumnos ya habían demandado a la empresa promotora. Tras la decisión del juez de publicar el sumario, los abogados se plantean su recusación.

Al igual que a su rival, Hillary Clinton, a Trump se le van abriendo los frentes. Si hace algunos días investigaciones periodísticas daban cuenta de los cien litigios del magnate por impagos Hacienda, de los que informó ayer ABC, el escándalo de la Trump University vuelve ahora a la luz pública. Pese a ello, el magnate, en una prueba de que sus fieles no se inmutan por su dudoso pasado, sigue creciendo en las encuestas. Después de un recorte de la distancia que situaba a Clinton por delante, las últimas arrojan un empate técnico.

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