El democristiano Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán
El democristiano Wolfgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán - EFE

Reprenden a Schäuble por comparar la crisis de refugiados con un «alud»

El ministro alemán de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, critica al titular de Hacienda y le recuerda que «las personas en situación de emergencia no son una catástrofe natural»

Madrid Actualizado: Guardar
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El ministro alemán de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, criticó hoy a su colega de Finanzas, el democristiano Wolfgang Schäuble, por referirse a los refugiados que llegan al país como un «alud» y recordó que «las personas en situación de emergencia no son una catástrofe natural».

Maas, en declaraciones a la edición digital de «Der Spiegel», recomendó además comportarse con «moderación» al referirse a la crisis de los refugiados, cuestión que ha provocado fuertes tensiones en el seno de la gran coalición que lidera la canciller Angela Merkel.

«No se trata de ocultar o minimizar las dificultades», advirtió, pero tampoco de «añadir leña al fuego» con declaraciones como ésta.

Schäuble, hombre fuerte del gobierno de Merkel, comparó ayer a los refugiados que recibe el país con un alud y dijo que estos fenómenos puede causarlos «un esquiador despistado», simplemente con remover la nieve.

«No sé si estamos ya en el momento en que el alud ha alcanzado el valle o si aún estamos al final de una pendiente», dijo el titular de Hacienda, en un acto celebrado anoche en Berlín.

Las palabras de Schäuble se han interpretado en Alemania como una crítica a Merkel como presunta «detonante» de la avalancha por la decisión adoptada por la canciller al inicio de la crisis de abrir las fronteras del país para descongestionar la situación en Hungría.

En las últimas semanas se han precipitado las presiones sobre Merkel, especialmente desde las filas de la cogubernamental Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), así como las disonancias en su propio gobierno.

Para atajar esa situación, la semana pasada los líderes de la coalición —Merkel, por la Unión Cristianodemócrata (CDU), el bávaro Horst Seehofer y el socialdemócrata Sigmar Gabriel—, celebraron una cumbre en la que acordaron medidas destinadas a controlar los flujos y acelerar las expulsiones, pero las discrepancias públicas continuaron.

El martes, el departamento de Interior informó de la decisión de devolver a los sirios que lleguen al territorio alemán al país por el que hayan ingresado en Europa, menos a Grecia, de acuerdo al sistema de Dublín, que no se aplicaba desde agosto a esos ciudadanos.

La cancillería reconoció ayer que Merkel no había sido informada de esa decisión, lo que acentuó la sensación de crisis de liderazgo de la canciller, tanto dentro de su gobierno como del partido que preside, la Unión Cristianodemócrata (CDU).

Alemania ha recibido ya, en lo que va de año, cerca de 800.000 peticionarios de asilo y se pronostica que hasta que termine 2015 se habrá alcanzado la cifra del millón de refugiados.

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