Los rebeldes sirios que decapitaron a un niño de 12 años atribuyen su acción a un «error individual»

La imagen de unos rebeldes sirios mostrando a un menor de doce años como un trofeo minutos antes de decapitarlo ha dado la vuelta al mundo. Tras recibir la condena de muchos rincones y asociaciones del planeta, afines o no, el Movimiento Nuredin al-Zinki ha emitido un comunicado explicando su brutal acción.

Los rebeldes sirios aseguran que el asesinato del menor (al que mostraron aterrorizado en el vídeo) fue un «error individual». También que investigarán «los abusos de derechos humanos que fueron compartidos en las redes sociales».

La rectificacion ha llegado porque los asesinos del niño dijeron que el menor era un prisionero de Liwa al-Quds.

Sin embargo, esta milicia rival respondió que el niño no les pertenecía, y que vivía en relativa paz junto a su familia, «una entre tantas familias pobres que viven en zonas controladas por terroristas». En el comunicado justificando su crimen, el Movimiento Nuredin al-Zinki dijo que esos abusos son «errores individuales que no representan nuestras prácticas ni nuestras políticas generales».

Pese a la condena unánime que han recibido, el Movimiento ha denunciado a la comunidad internacional por su «silencio» ante otros crímenes de guerra correspondientes al bando de Bashar al-Ásad. La gente de Nuredin al-Zinki, asesinos del menor, dicen que la «máquina de asesinatos del régimen ha cobrado las vidas de miles de civiles».

Condena conjunta

Uno de los primeros en condenar la decapitación del menor fue el partido-milicia chií libanés Hezbolá condenaron este «atroz crimen». En un comunicado dijeron que Nour al Din al Zenki es uno de los «grupos terroristas clasificados como moderados» y que reciben apoyo tanto de Estados Unidos como de Arabia Saudí, críticas que también ha vertido el Gobierno sirio.

«Este desagradable crimen complementa la guerra total contra el pueblo palestino oprimido, incluidos jóvenes, niños, mujeres y ancianos, allá donde estén», ha indicado Hezbolá. «El crimen se inició por el enemigo sionista en la Palestina ocupada, y se ha complementado por sus traidores en otras partes del mundo, especialmente en Siria», ha añadido.

Por su parte, Amnistía Internacional dijo que el asesinato del niño fue la última «señal aberrante de que algunos de esos grupos están ejecutando serios abusos con impunidad».