La policía alemana pide controles fronterizos de carretera

Alemania exige cuarentena a los viajeros procedentes de áreas de riesgo y esa procedencia se comprueba con aparente eficacia en los aeropuertos, pero en el transporte por carretera «no es posible verificar las diversas regulaciones de entrada»

Controles fronterizos en Baviera durante la cuarentena en Alemania EFE

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Los controles fronterizos de la primera ola desaparecieron en julio, pero «dado el alto nivel de contagios en países vecinos y del resto de Europa, son necesarias patrulla móviles intensivas en las zonas fronterizas », ha exigido el presidente del sindicato de la Policía federal alemana DPolG, Heiko Teggatz. «Si queremos contener la pandemia, tenemos que evitar viajes innecesarios desde áreas extranjeras de riesgo y eso solo es posible mediante mejores controles policiales en las fronteras».

Alemania exige cuarentena a los viajeros procedentes de áreas de riesgo y esa procedencia se comprueba con aparente eficacia en los aeropuertos, pero en el transporte por carretera «no es posible verificar las diversas regulaciones de entrada si no se intensifican los controles». Los controles «ya contribuyeron a la interrupción de las cadenas de infección debido a la fuerte reducción del tráfico transfronterizo», ha admitido el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer (CSU), que también subraya la eficiencia que tuvieron esos controles en la lucha contra la delincuencia. En pocas semanas los funcionarios fronterizos localizaron a cerca de 2.000 personas que estaban siendo buscadas . En las regiones fronterizas, sin embargo, la medida topó con la resistencia de alcaldes y diputados, además del malestar por poner en cuestión el Tratado Schengen. «Una patrulla intensiva de la zona fronteriza representa una vigilancia fronteriza, según el Código de Fronteras Schengen», anota el experto en derecho europeo Daniel Thym, de la Universidad de Constanza, «se consideraría como la reintroducción de los controles fronterizos y tendría que ser notificado en consecuencia a la Comisión Europea».

Seehofer había advertido anteriormente que «si la tasa de infección cambia en el país vecino, la intensidad del control puede incrementarse rápidamente de nuevo», estableciendo como punto de referencia «el mismo valor de referencia aplicable en Alemania: 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en siete días», umbral superado claramente en varios países vecinos. En la República Checa, según los últimos datos de la UE, es de 770 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. En los Países Bajos 485 y en Francia 365. Cantones suizos como Zúrich, a solo unas pocas docenas de kilómetros de la frontera alemana, también son zonas de riesgo.

Mascarilla obligatoria

El presidente de Baviera, región fronteriza en el sur de Alemania, ha declarado a primera hora que el éxito en esta pandemia «no se define con normas y sanciones, sino de forma muy decisiva con la disposición de la población a participar». Para ello, ha apelado a «todas las fuerzas políticas, responsables y sensatas» a «participar y fortalecer a la población». En ese sentido, se mostró convencido de que lo más importante es una obligatoriedad generalizada de la mascarilla como medida de prevención «probada, proporcional y leve», que además aumenta la posibilidad de mantener los contactos. Según Söder, la mascarilla debería ser obligatoria en toda Alemania en las escuelas cuando la incidencia es de más de 35 nuevos contagios por 100.000 habitantes en siete días, también en la primaria a partir de los 50 casos, en lugares públicos concurridos y en el trabajo cuando el distanciamiento mínimo no esté garantizado.

El gobierno de Austria, sin embargo, «ni siquiera se plantea» el uso generalizado de la mascarilla, según ha declarado el canciller Sebastian Kurz , en una rueda de prensa en la que acaba de anunciar nuevas restricciones de límite de contactos (seis personas en interiores, doce en espacios abiertos) y en la que ha dicho también que «tenemos listo un concepto de seguridad sanitaria para los mercados navideños, pero todavía es pronto para hablar de ella porque no sabemos si la situación de contagios de diciembre permitirá aplicarlo».

«Cómo pasemos este invierno o cómo podamos celebrar la Navidad es algo que se está decidiendo en estos días», ha dicho este fin de semana la canciller alemana, Angela Merkel , justificando su llamada a la responsabilidad personal y su petición a la población: «En la medida de lo posible quédense en casa». Y parece que ha dado resultado. El Instituto Robert Koch informa hoy sobre 4.325 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un retroceso después de tres cifras récord consecutivas que llegaron a los 7.830 casos en 24 horas. Desde el inicio de la pandemia, han muerto en Alemania 9.789 personas.

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