«El mundo ignora bastante a Argentina y es todo responsabilidad nuestra»

El presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, Rogelio Frigerio, es junto a Alfonso Prat Gay (ex titular del Banco Central) referente económico de la coalición Cambiemos. Su perfil de político que vale para todo le tiene en las quinielas de media docena de ministerios si Mauricio Macri hoy es electo presidente de Argentina.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo: «Si gana Macri habrá problemas». ¿Coincide?

No, estoy seguro que Evo Morales nos va a acompañar como nosotros lo haremos con el resto de los países latinoamericanos. Lo que se viene en Argentina es la solución de los problemas que, no por casualidad, son los mismos de hace 50 años y por no haberlos solucionado se repiten.

¿Cuales son los más acuciantes?

Sin duda, la situación social, la pobreza. Uno de cada tres argentinos es pobre y uno de cada 10 se va a dormir con hambre. Esa es la realidad social de Argentina, esa es y debería ser, la principal preocupación de cualquier político. Las tres prioridades de Mauricio, serán: combatir hambre y pobreza, lucha contra el narcotráfico y tratar de cerrar esa grieta que ha desunido a los argentinos y construyó el kirchnerismo durante estos años.

¿Cómo terminar con la pobreza y el hambre?

Nosotros creemos que la única manera de solucionar ese problema, de forma sustentable, es crear trabajo. Para lograrlo hace falta inversión y para que éstas lleguen tenemos que resolver cuestiones básicas como «el cepo cambiario» (límites a la adquisición de divisas). Esa es la secuencia a seguir.

¿A que atribuye que el Gobierno impusiera, en el 2011, «el cepo»?

Sirvió para evitar que entrasen dólares en lugar de impedir que salieran. Es decir, tuvo el efecto contrario al deseado. Pasó a ser una habitación cerrada que cuida la nada porque reservas de libre disponibilidad prácticamente no quedan.

¿Cuántas son las reservas reales?

Depende si contabilizas los encajes en dólares de los bancos privados (depósitos en divisas de los ahorristas) pero las netas, de libre disponibilidad, van a ser una cifra cercana a cero. En consecuencia, lo que hay que hacer es abrir la puerta para que entren dólares porque más no se pueden ir.

¿Cómo lograrlo?

Hay entre seis mil y ocho mil millones de dólares de exportaciones (del sector agropecuario) que no se liquidan a la espera de que abramos el cepo. Hay que sumar las inversiones que vendrán si logramos recuperar la confianza y buscar el financiamiento que Argentina necesita. Con estas medidas esperamos resolver el problema. No puede ser un gran desafío porque, de hecho, somos prácticamente el único país del mundo que tiene el cepo (Venezuela con otros matices, aclara) y no nos creemos menos que nadie.

¿Cómo resolver el valor de la moneda? ¿Cuántos cambios hay en Argentina?

El oficial, que es el más virtual de todos; el ahorro, el bolsa, el contado con liquidación (acciones compradas en Argentina y vendidas fuera), el blue (mercado negro), el tarjeta (de crédito)… Hay muchos (sigue detallando la lista) Por eso, cuando nos dicen que la apertura del cepo traería aparejada una devaluación, nos preguntamos ¿Sobre qué tipo de cambio de la docena que hay ahora?

De todas formas, el oficialismo les adjudica que harán una abrupta devaluación…

El Gobierno kirchnerista es el que más devaluó en el mundo en los últimos 12 años. Encontró el dólar a tres y lo llevó a casi diez. No hay otro espacio político que haya deteriorado tanto el valor de la moneda. Resulta paradójico que nos acuse a los demás de devaluadores pero forma parte de las incongruencias, de las inconsistencias del relato oficial.

Para los argentinos la moneda de referencia es el dólar y no el peso…

Lo que Mauricio Macri va a hacer es cuidar el valor de la moneda nacional, intentar pensar menos en el dólar, -cuyo valor, en rigor, lo pone la Reserva Federal- y más en el peso.

¿Cómo resolverían el problema de la inflación? (este año en 25 por ciento y el pasado llegó a 40)

En Argentina no se admite que el problema existe (las cifras oficiales no las reconoce ni el Congreso) pero no es un gran desafío resolverlo. Sólo uno de cada cien países del mundo tiene alta inflación. La inflación no es el problema de la economía argentina, es la manifestación de los problemas de nuestra economía. Es como la fiebre que muestra que el cuerpo está enfermo. Este Gobierno tiene fiebre desde hace más de ocho años y no solo no trató de averiguar cuál es el virus que la provocó sino que destruyó el termómetro cuando empezó a mentir y adulterar las estadísticas públicas oficiales.

Las causas son muchas pero, en este momento, hay una que está por encima del resto y es la emisión descontrolada del peso para financiar el mal manejo de los recursos públicos. Hoy en Argentina hay mas del doble de pesos de los que demanda la gente. La corrupción se lleva entre el 10 y el 20 por ciento del gasto público.

¿Considera que la Justicia necesita una operación de «manu pulite» a la italiana?

Lo que necesita Argentina es un Poder Judicial independiente que persiga a los que delinquen y un poder político que no los proteja.

La militante y procuradora general, Alejandra Gils Carbo (Fiscal General del Estado), Alejandro Vanoli, titular del Banco Central y otros cargos en puestos clave del Estado advierten que permanecerán en sus cargos. Además, la presidenta amplió el periodo legislativo para designar nuevos cargos (cientos) y crear organismos nuevos donde colocar a los suyos. ¿Considera ese escenario un virtual caballo de Troya para ustedes?

Lo que está haciendo el Gobierno es reconocer que su ciclo está terminado e intenta colar en lugares estratégicos de la Administración publica a sus correligionarios. Creo que, al final, va a primar la dignidad de esta gente y darán un paso al costado. Si no, el Ejecutivo y el Legislativo les harán entender que su ciclo esta acabado.

Auditorías

¿Han previsto realizar auditorías en los ministerios y organismos si ganan las elecciones?

Por supuesto, cada responsable de cada partición lo hará en la transición para terminar de tener un diagnostico acabado de la situación de cada dependencia y transmitir al publico, a la ciudadanía, cuál es el estado real de la economía.

En estos años Argentina ha tenido problemas con países de Europa, la OMC y EE UU…

También se ha enfrentado con los países vecinos. Hay que empezar a reconciliarse con el mundo.

La conducta y declaraciones de la presidenta han llevado a algunos sectores a identificarla como «la mejor jefa de campaña de Macri». ¿Coincide con esa apreciación?

Habría que preguntarle a un encuestador. Creo que la presidente transita el final de un ciclo. Eso, es inevitable,

Cree en la leyenda «Sin el peronismo no se puede gobernar»

Nosotros gobernamos con el peronismo en la ciudad y vamos a gobernar con peronistas a partir del 10 de diciembre (fecha del traspaso de mando). Hay muchos peronismos y peronistas en la ciudad y los habrá en el Gobierno nacional. El próximo Gobierno y su presidente tienen que ser de integración.

Seguridad jurídica

¿Se puede decir que en Argentina no existe un verdadero Estado de derecho?

Es evidente que Argentina es una democracia imperfecta, con gravísimos problemas sociales, muy graves institucionales, entre los que sobresale una insuficiente división de poderes.

¿Existe la seguridad jurídica en Argentina? ¿Cuál será su política con YPF y Aerolíneas Argentinas (ambas expropiadas a empresas españolas)

Seguridad jurídica no existe en la dimensión que debería existir y eso queda reflejado, entre otras cosas, con el insuficiente nivel de inversiones que hay. En cuanto a AA e YPF, vamos a convertir esas empresas semi públicas, porque no son cien por cien capital del Estado, en empresas eficientes como hicimos en la ciudad de Buenos Aires.

¿Qué es lo peor de la herencia que deja Cristina Fernández de Kirchner?

Sin dudas la social, en un país como Argentina, que puede dar de comer a cuatrocientos millones de personas, tenemos cuatro millones de hambreados. Esa es la peor herencia y debería darnos mucha vergüenza a la clase dirigente.

¿Qué imagen cree que tiene Argentina en el mundo?

Estamos en la peor de las situaciones. Creo que nos ignoran bastante y es todo responsabilidad nuestra. Hemos cometido muchos errores, son todos salvables y el mundo en general está esperando que le den excusas para volver a confiar en nosotros y volver a invertir.

¿Tiene miedo a revueltas o violencia en las calles?

Percibimos otra cosa en la calle: alegría. La gran mayoría de los ciudadanos se dio cuente del poder del voto, que puede cambiar el destino con su voto. Va a ser una de las transiciones con más alegría.