La muerte de otros cinco soldados turcos en Idlib tensa el pulso entre Ankara y Damasco

Las fuerzas de Erdogan, que cuentan con puestos de observación en este bastión opositor sirio, respondieron bombardeando objetivos enemigos

Un rebelde sirio en la provincia de Idlib AFP

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El ultimátum de Recep Tayyip Erdogan no surgió efecto y otros cinco soldados turcos murieron y otros cinco resultaron heridos en un bombardeo del Ejército sirio en la provincia de Idlib , situada en plena frontera. Ya son doce los militares de Turquía caídos en una semana y el portavoz presidencial de Ankara, Omar Celik, declaró que «estos ataques contra nuestras posiciones hacen necesaria una operación». Las fuerzas turcas, que cuentan con puestos de observación en este bastión opositor sirio, respondieron bombardeando objetivos enemigos. Erdogan dio un plazo que expira a final de mes para que Siria aleje sus tropas de los puestos de observación turcos en Idlib, pero su amenaza no ha frenado el avance del Ejército que cada día logra recuperar nuevas localidades.

El choque directo entre vecinos provoca los momentos de mayor tensión entre ellos desde el estallido de la guerra, ya son 5.000 los militares turcos que han cruzado la frontera en los últimos días y sus grupos armados aliados locales, que actúan bajo la bandera del autodenominado Ejército Nacional Sirio (ENS), lanzaron una ofensiva para recuperar el control de Saraqib, ciudad clave que ha vuelto a manos de las tropas de Bashar Al Assad, lo que permitirá a Damasco reabrir las carreteras que conectan Alepo con la capital y Latakia.

Este segundo choque entre turcos y sirios se produjo Taftanaz, lugar en el que Ankara ha establecido una nueva base militar, y ocurrió el mismo día en el que responsables de Turquía y de Rusia se reunieron para tratar de calmar la situación en Idlib . Fue la segunda reunión en apenas tres días, pero hasta ahora no han logrado acuerdos que puedan ayudar a cambiar las cosas sobre el terreno. Los rusos, aliados de Assad, defienden que las tropas sirias combaten «contra el terrorismo» en una provincia que está bajo el control de la franquicia local de Al Qaeda. Los iraníes, también aliados de Damasco, ofrecieron su mediación para tratar de resolver esta crisis. El ministro iraní de Exteriores, Yavad Zarif, recurrió a Twitter para ofrecerse como mediador y «facilitar el diálogo entre los vecinos hermanos Turquía y Siria» y recordó que «la escalada de las tensiones solo sirve a los intereses de los terroristas y sus patrocinadores».

La otra cara de estos combates es el desplazamiento masivo de civiles que huyen de los bombardeos que sufre Idlib. Ya son casi 689.000 las personas que se han visto forzadas a dejar su hogar en los últimos dos meses, según el portavoz de la ONU, David Swanson. La gran mayoría son mujeres y niños y huyen hacia el norte, hacia la frontera, con el objetivo de pasar a Turquía, un país que ya acoge a 3,5 millones de refugiados sirios.

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