Ross Harper, un británico residente en País Vasco
Ross Harper, un británico residente en País Vasco - R.H.

El miedo de los europeos ante el Brexit

Según un sondeo publicado por YouGov, el 76% de los jóvenes británicos entre 18 y 24 años votó a favor de la permanencia en la Unión Europea

Madrid Actualizado: Guardar
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Las reacción de mandatarios de todo el mundo, el tambaleo de los mercados y la sorpresa generalizada ante el Brexit o abandono de Reino Unido de la Unión Europea, la opción victoriosa en la consulta celebrada este martes con el 51,9% de los votos, ha causado terremoto que sacude el continente de punta a punta. Más allá de los pericuetos del proceso de ruptura con Bruselas, los temores de los ciudadanos europeos de menos edad muestran la preocupación suscitada ante las posibles repercusiones de la ruptura con Bruselas.

Según una encuesta publicada por YouGov, el 75% de los ingleses entre 18 y 24 años apoyaron la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea durante el referéndum celebrado el pasado martes.

Una cifra muy superior al 39% de los mayores de 65.

Una Europa joven y crítica

Aunque lamenta las políticas económicas y el funcionamiento de las instituciones de la Unión Europea, Tristán Ustyanowski, un joven ciudadano galo residente en Bogotá y antiguo alumno de Estudios Políticos en la Universidad de Grenoble, afirma: «Como francés, creo en una Europa unida y solidaria, nos toca y plegarse ahora no sería una buena idea. El intercambio que se fomentó entre los ciudadanos durante las últimas décadas es un factor sumamente positivo y ojalá se vaya incrementando», explica a ABC. Tristán duda que el ambiente eurófobo se apropie de su país, a pesar de que Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha Frente Nacional, pidiese la celebración de un referéndum similar al británico cuando se conocieron los resultados de esa consulta.

El auge de las posturas euroescépticas sí inquieta a Luca Bisachi, joven italiano y estudiante de relaciones internacionales. «Italia fue uno de los países fundadores de la Unión Europea y durante mucho tiempo uno de los más proeuropeístas. Sin embargo, en los últimos años las cosas han cambiado mucho. Basta con mirar las encuestas para ver que el apoyo de los italianos a la Unión Europea ha caído», indica a ABC. Luca reivindica las ayudas proporcionadas por el proyecto comunitario, que le brindaron la oportunidad de realizar estudios universitarios en Madrid y París: «Estas experiencias han sido fundamentales para acercarme a la idea de una Europa unida», señala. Aunque admite «que las oportunidades creadas por la Unión Europea no han sido transversales y en algunos casos han estado 'reservadas' solo a algunas clases sociales».

Tommy Stöckel también mantiene una postura crítica, pero alejada de la eurofobia. «Soy partidario de una Europa integrada, pero creo que a la Unión Europea le falta un poco de legitimidad democrática», lamenta. Antiguo estudiante de la Universidad de la Sorbona de París gracias a las ayudas comunitarias, este joven historiador alemán explica así su apoyo: «Para mí, la Unión Europea facilitó por ejemplo el intercambio intelectual con Francia. Fue muy importante. Aunque no puedo afirmar que esté totalmente de acuerdo con el estado de la Unión Europea en este momento». Junto a Francia e Italia, la por entonces República Federal de Alemania (RFA) fue uno de los países que instigó el proyecto comunitario en la década de los años 50. Uno de sus objetivos consistió, precisamente, en que el antagonismo tradicional entre franceses y alemanes, enfrentados en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, terminase.

No solo los jóvenes tienen motivos para la inquietud. El miedo de los inmigrantes añade gravedad a la inesperada situación generada por el Brexit. Sin ir más lejos, el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, tuvo que calmar los ánimos con un mensaje cociliador para los inmigrantes: «Sois muy bienvenidos aquí». Aunque su mensaje no tranquiliza a los residentes británicos en suelo europeo ni a los europeos que actualmente viven en territorio inglés.

«Incertidumbre»

Miguel Luna, joven residente en Londres, es uno de los españoles afectados por el desenlace de la consulta. Este madrileño de 25 años admite su sorpresa ante el resultado, pero también reconoce que las cosas no se han hecho bien: «Los defensores de la permanencia, cuyos líderes en este caso son Cameron y Corbyn, han tenido muchos problemas internos en sus partidos, y de cara hacia fuera no han sabido llegar políticamente a sus votantes», explica a ABC, recordando que tanto el primer ministro conservador como el líder laborista apostaron, sin éxito, por continuar en la Unión Europea. Los cabecillas de la campaña del Brexit han sido más ágiles, esgrimiendo «la estrategia del miedo frente a la inmigración y el proteccionismo británico» y cosechando su victoria «en zonas rurales de Inglaterra», donde «se ha decidido la batalla», Precisamente, el mapa del referéndum es claro: Irlanda del Norte, Escocia y Londres votaron por seguir con Bruselas, frente a la negativa del resto de territorios.

«Nos espera un momento de gran incertidumbre», lamenta Miguel. Como cuenta a ABC, el mayor temor de los residentes españoles en Reino Unido se alimenta justamente de esa sensación de inquietud: «No sabemos qué podrá pasar: retirada de accesibilidad pública a la sanidad, necesidad de permisos y documentos especiales para poder tener un contrato de trabajo estable y fijo...», señala. Miedos que rondan muchas cabezas, y que también comparte Roxana Gazdzinski, una joven española matriculada en un máster de la Universidad de Edimburgo: «Dudaba entre quedarme a buscar trabajo aquí o volver a Barcelona, pero ahora lo tengo más claro y voy a intentar buscar algo en España», explica. La jornada se vivió «con bastante expectación» en la ciudad escocesa, quizá porque en la región, donde la permanencia en la Unión Europea obtuvo el apoyo del 62% de los habitantes, hay muchas cosas en juego: como anunció la líder independentista Nicola Sturgeon ayer mismo, su intención es convocar un segundo referéndum separatista en Escocia, salir de Reino Unido y así no abandonar, «contra su voluntad», a Bruselas.

La otra cara de la moneda

¿Y qué pasa con los británicos que viven en España? Ross Harper, un escocés de 35 años que llegó a nuestro país para buscar trabajo, ha vivido el referéndum entre la indiferencia y la sorpresa. «La verdad es que no he pensado mucho en ello, porque creía que no iba a salir», cuenta a ABC. «Antes de tomar cualquier medida tendremos que ver qué pasa con Escocia, porque si volvemos a hacer un referéndum de independencia y volvemos a formar parte de la Unión Europea, imagino que me libraré de todos los trámites», recuerda, aunque sin ocultar cierto temor ante las consecuencias del Brexit.

Harper, que aterrizó en Benidorm y después pasó por Madrid para asentarse en Durango, País Vasco, y convertirse en profesor de inglés, sospecha que va a haber cambios para todos los ingleses que actualmente residan en cualquier otro país del continente. «Creo que es algo negativo y algo va a pasar, no sé el qué, pero algo va a pasar», señala, subrayando además las posibles modificaciones en materia sanitaria o tributaria: «He leído que igual nos suben los impuestos, que igual tenemos que pagar el médico... no sé, supongo que todo dependerá de cómo traten en Reino Unido a los europeos que viven allí, porque harán lo mismo con nosotros». En tono más distendido, sí confiesa que meditará otras opciones para quedarse en España, como nacionalizarse o, como explica entre risas, «casarse con una vasca».

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