Miembros de Hebolá llevan el retrato de su líder fallecido
Miembros de Hebolá llevan el retrato de su líder fallecido - AFP

Hizbolá acusa a extremistas suníes de la muerte de su jefe militar en Siria

El grupo chií libanés ha confirmado que la muerte de su líder, Mustafá Badreddine, tuvo lugar cerca del aeropuerto de Damasco como resultado de un bombardeo

BEIRUT Actualizado: Guardar
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El grupo chií libanés Hizbolá acusó este sábado a grupos extremistas islámicos de la muerte de su jefe militar en Siria, Mustafá Badreddine, y prometió continuar con la lucha para defender al régimen del presidente Bashar al Assad.

La muerte de Badreddine, en una base de la organización cercana al aeropuerto de Damasco, fue anunciada este viernes entre distintas informaciones que señalaban a Israel como posible responsable y que han sido desmentidas por Hizbolá. De las investigaciones efectuadas por la organización chií se concluye que la explosión que mató al comandante «se debió a un bombardeo de artillería de los grupos takfiris presentes en la zona», afirmó Hizbolá en un comunicado. El gobierno de Bashar al Assad y su socio Hizbolá designan como «takfiris» (literalmente, los que acusan a otros musulmanes de apostasía) a los grupos yihadistas radicales suníes implicados en la guerra en Siria.

La zona del aeropuerto de Damasco donde, según Hizbolá, se produjo el bombardeo está en manos del ejército sirio, con una fuerte presencia de combatientes del partido y de los aliados iraníes. La primera posición rebelde se encuentra a 7 km, en la región de Guta oriental. Pero de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos no ha habido disparos de artillería en la zona en la última semana por lo que muchas cuestiones en torno a la muerte del comandante permanecen abiertas. No es nada raro que asesinatos que implican a figuras de la política libanesa y siria se queden sin resolver.

Hizbolá ha dejado además claro su propósito de continuar la lucha en Siria: «Los resultados de la investigación refuerzan nuestra determinación y nuestra voluntad para proseguir el combate contra estas bandas criminales y derrotarlas. Ese era el deseo y la esperanza de nuestro querido mártir».

A Badreddine se le consideraba responsable de las operaciones militares de Hizbolá en Siria desde 2011, incluido el movimiento de combatientes desde Líbano hasta Siria en apoyo del régimen de Damasco, por lo que su muerte constituye el mayor golpe para Hizbolá desde que su anterior jefe militar, Imad Mughniyeh, fue eliminado en Damasco en 2008. El oficial era también uno de los cinco altos cargos de la organización que fueron imputados por el Tribunal Especial para el Líbano por el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en 2005 en la capital del Líbano, Beirut.

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