Colombia vive una nueva jornada de protestas antigubernamentales en el Día de la Independencia

Manifestantes y fuerzas de seguridad han mantenido choques en Cali y Medellín, mientras que en esta última ciudad se han registrado bloqueos

AFP

Poly Martínez

Al lo largo de la tarde, las marchas de protesta pacífica avanzaban por Colombia sin mayores sucesos, a pesar de algunos actos vandálicos en Bucaramanga y la presión de los escuadrones de reacción de la Policía sobre los manifestantes ubicados en ciertos puntos de Bogotá.

Pero al empezar la noche, el día que había transcurrido de manera tranquila y de celebración de los 211 años de independencia, desvirtuando las proyecciones de caos y violencia que habían pronosticado las autoridades durante el fin de semana, parecía llegar a su fin. En Medellín, los paisas reunidos en el emblemático complejo Parques del Río se vieron acosados por los escuadrones de la policía, gases lacrimógenos y un incendio en un viaducto de la zona. Y ya entrada la noche, se prendieron los ánimos y los enfrentamientos entre algunos grupos de manifestantes y la policía empezaron a tomar cuerpo en Cali, la tercera ciudad en importancia del país y la que más ha sufrido los rigores de la violencia que ha cercado a la protesta ciudadana en estos casi tres meses de marchas.

De noche la tensión también empezó a aumentar en puntos cardinales de la protesta en Bogotá, como el Portal Américas, eje de acción de la llamada primera línea, que ayer anunció su intención de convertirse en partido político. Ahora formalmente la Primera Línea declaró en un comunicado que «surge como un grupo de resistencia y contención ante la agresión y represión violenta de la protesta, por parte del Gobierno Nacional» . Para llegar la Congreso, sin embargo, deben apurar el paso, hacer los trámites formales ante la autoridad electoral, recolectar al menos 50 mil firmas y presentar su plataforma política.

El otro enfrentamiento

Precisamente en horas de la mañana, el Congreso fue protagonista de enfrentamientos políticos entre el gobierno liderado por el presidente Iván Duque y las cabezas de la oposición, entre ellas Gustavo Petro.

El inicio del último año legislativo empezó temprano en la mañana, con la presentación que hiciera el presidente Duque de su nueva reforma tributaria, que ha denominado como 'ley de inversión social' y la que considera como «el salto de desarrollo humano más grande de las últimas décadas».

Otra cosa piensa la oposición. Aunque reconoce que esta versión recortada frente a la presentada en abril pasado, que desató las marchas y tumbó al ministro de Hacienda del momento, no resuelve los problemas sociales y económicos del país, alivia un poco el impacto. El Comité del Paro pidió al Congreso acelerar el trámite legislativo de las propuestas que le llevará esta misma semana, sobre las cuales no ha logrado acuerdo alguno con el gobierno, excepto el de suspender los diálogos.

Pero de estos reclamos no supo el mandatario colombiano, fuertemente criticado tras abandonar el Congreso antes de que la oposición tomara la palabra, dejando encargado a su ministro del Interior, lo que para muchos es un incumplimiento del estatuto de la oposición y evidencia adicional de cómo el gobierno ha dado la espalda a sus críticos, repitiendo el miso desplante del año pasado.

Banderas enfrentadas

Ayer muchos colombianos amanecieron con la bandera al revés : el rojo arriba, ocupando la doble franja donde históricamente ha brillado el amarillo, símbolo de la riqueza del país; en el medio un azul intenso, que representa los dos mares que bañan al país y los ríos que corren por Colombia, y abajo, donde antes estaba el rojo símbolo de la sangre derramada por los patriotas, el amarillo reducido, opacado.

El tema dio para un amplio debate en las redes y en los medios tradicionales, e inclusive para que congresistas opositores al gobierno de Iván Duque se manifestaran durante los actos de inauguración de la legislatura.

En las redes, donde las confrontaciones empezaron días antes, para algunos sectores alineados con el gobierno y su partido estas marchas estarían infiltradas por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, mientras para los detractores y organizaciones de la sociedad civil las protestas evidencian la dura realidad social que se ha profundizado en este último año de pandemia, así como también la crisis en materia de derechos humanos y muerte de líderes en el país. Entrada la noche, mientras aumentaba la tensión y los enfrentamientos, nadie se atrevía a decir cómo amanecería la ya muy aporreada bandera nacional.

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