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Carlos Oteyza: «Venezuela vive la peor crisis de su historia»

Cineasta con lente de historiador, asegura que «el modelo de populismo autoritario y militarista que hay en el país no da para más»

Madrid Actualizado: Guardar
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«El modelo de populismo autoritario y militarista que hay en Venezuela no da para más. El pueblo está pasando hambre, las colas que las fotos muestran al mundo son de verdad. El país vive la peor crisis económica y política de su historia», afirma Carlos Oteyza.

Oteyza es sin duda el mejor documentalista de las vicisitudes de Venezuela durante los últimos cien años. Cineasta con lente de historiador, a su producción de ficción ha unido una larga colección de documentales sobre la realidad venezolana, como su última producción sobre las presidencias de Carlos Andrés Pérez. Casa de América exhibe este mes un trabajo previo: las tres partes de «El reventón», la primera aportación cinematográfica que documenta los inicios y madurez de la industria del petróleo en Venezuela.

«Chávez imprimió un criterio nacionalista, golpeó la estructura misma de la empresa»

La última parte de «El reventón» termina en 1999, cuando Hugo Chávez llega al poder. Oteyza prefiere esperar a ganar perspectiva histórica para abordar con su cámara el periodo del chavismo, pero eso no impide que ya adelante algunas constataciones en sus conversaciones: «Chávez imprimió un criterio nacionalista, golpeó la estructura misma de la empresa, que era meritocrática, y la convirtió en un brazo ejecutor de sus políticas sociales, con un despilfarro que nadie ha podido examinar porque nunca se registró».

Oteyza recuerda que, desde su creación, la petrolera Pdvsa había sido una empresa estatal, pero no del Gobierno. Se había gestionado con criterios de rentabilidad, procurando aumentar la producción; había inversión en investigación y los empleados ascendían en función de sus méritos.

«Rojo, rojito»

«Chávez rompió con todo eso. Dejó de haber rendición de cuentas, algo que nunca había ocurrido, y se creó el eslogan de “rojo, rojito” que primaba la ideología en la contratación y ascensos». La consecuencia ha sido un permanente descenso de la producción y las dificultades financieras en las que ha entrado Pdvsa.

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