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Los candidatos Scott Walker, Donald Trump y Jeb Bush; durante el debate republicano - afp

Donald Trump no descarta presentarse como independiente si no gana las primarias

Buen papel de la mayoría de candidatos en el primer debate republicano televisado en la carrera para las presidenciales de 2016

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Donald Trump prometía ser noticia en el primer debate televisado de las primarias republicanas y lo fue, en el primer minuto. El millonario empresario se negó a prometer que apoyará al candidato que gane y no descartó presentarse como independiente si no alcanza la nominación republicana para las presidenciales de 2016.

«No estoy en condiciones de prometer eso, en este momento», dijo Trump cuando uno de los presentadores preguntó, nada más comenzar la transmisión de Fox News desde el principal pabellón deportivo de Cleveland (Ohio), si algún candidato tenía objeción de hacer esa promesa. La actitud del controvertido inmobiliario provocó silbidos del público, aunque luego este le aplaudió en diversas ocasiones, mostrando la simpatía que parte del electorado republicano siente por el exitoso empresario y que explica que vaya por delante en las encuestas.

Fue el momento más relevante de Trump, cuyas radicales afirmaciones no aportaron especial novedad –volvió a arremeter contra los mexicanos, por ejemplo– y eso permitió que el resto de candidatos pudieran asegurarse intervenciones tranquilas durante las dos horas de debate.

Jeb Bush, Scott Walker y Marco Rubio, a quienes comúnmente se les otorgan más opciones, tuvieron buenos momentos, y también realizaron una buena presentación Ben Carson, Rand Paul, John Kasich y Mike Huckabee. Ted Cruz prefirió empezar esta carrera de las primarias con un acento más radical, mientras que Chris Christie fue el que apareció más desdibujado.

Las incisivas preguntas de los tres presentadores dieron al debate más interés del que cabía esperar de un estrado tan lleno de candidatos. De los 17 que se presentan a las primarias republicanas Fox News seleccionó los diez mejor situados en las encuestas.

Trump no rectificó ninguna de las salidas de tono de su largo historial. Afeado por haber llamado a alguna mujer «cerda gorda» y «animal repugnante», el empresario se justificó diciendo que «el problema de este país es que se quiere que todo sea políticamente correcto, y yo no tengo tiempo de ser políticamente correcto».

Bush se defendió ante quienes lamentan que Estados Unidos pueda estar gobernado por dinastías políticas e indicó que el apellido también puede ser una carga. «Quizás yo he tenido la barrera más alta», afirmó, sin dejar de expresar «orgullo» por el hecho de que su padre y su hermanos hubiera llegado a la Casa Blanca. Bush exhibió su hoja de servicios durante los años que fue gobernador de Florida.

Bush evitó el cuerpo a cuerpo con Trump –negó haberle llamado «payaso» y el empresario le contestó que eso era muestra de «verdadero caballero»– y también rehuyó enfrentarse a Marco Rubio a pesar de las invitaciones de los presentadores, que recordaron que Bush fue mentor del joven senador.

En materia de inmigración, Trump insistió en su propuesta de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México, mientras que en el otro extremo dialéctico se situó Bush, que justificó su afirmación de que quien emigra, aunque sea ilegalmente, lo hace por «acto de amor» a su familia. En cualquier caso, todos los candidatos estuvieron de acuerdo en extremar la seguridad fronteriza y evitar que una regularización de los inmigrantes ilegales sea vista como una amnistía. Más consenso incluso hubo en el rechazo a la reforma sanitaria de Obama (conocida como Obamacare) y en la oposición al aborto, asunto en el que Trump reconoció haber evolucionado hacia una postura provida. También hubo pronunciamientos unánimes contra el acuerdo nuclear firmado con Irán.

Algunas de las intervenciones más notorias se produjeron ante preguntas sobre asuntos personales. Preguntado si Dios le hablaba, Cruz respondió que «Dios habla a través de la Biblia» y puso el ejemplo de su padre, quien tras ser alcohólico y abandonar a su mujer e hijo, se convirtió por la Palabra de Dios y volvió con su familia.

Rubio aseguró que «Dios ha bendecido al Partido Republicano con buenos candidatos, mientras que los demócratas solo han encontrado uno». Con ello aludía a Hillary Clinton, diana frecuente de críticas durante el debate.

Carson, el único candidato afroamericano y también el único no político de los diez que debatían, justificó que habitualmente no hable sobre razas. «Es que soy neurocirujano, y cuando uno está en el quirófano ve que las neuronas no entienden del color de la piel», dijo.

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