El ministro de Economía británico George Osborne
El ministro de Economía británico George Osborne - reuters

El Gobierno británico prohibirá que el Estado pida prestado en años de crecimiento

El superávit de las cuentas públicas será «obligatorio» en años «normales»

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El Gobierno conservador británico quiere acabar por ley con la irresponsabilidad fiscal. El próximo otoño, el Gobierno llevará al Parlamento una norma que prohibirá que en años de crecimiento del PIB se gaste más de lo que ingresa fiscalmente. Es decir, el superávit de las cuentas públicas será obligatorio en años “normales”. Lo que se recauda con los impuestos habrá de cubrir el gasto ordinario de la administración y las inversiones en infraestructuras. Solo se podrá pedir prestado para salir de situaciones de recesión.

Esta revolución, en las antípodas de las recetas keynesianas, fue presentada anoche por el ministro de Economía, George Osborne, en su discurso anual a los magnates de la City de Londres. "Con nuestra deuda nacional insosteniblemente alta y con la incertidumbre que existe acerca de la economía mundial en los próximos años, debemos arreglar el tejado mientras brilla el sol”, explicó metafóricamente.

La Oficina de Responsabilidad Fiscal, un órgano independiente, velará para que se observe la obligación de obtener superávit. El Reino Unido tiene un serio problema de deuda pública, que inquieta a todos los partidos. Durante la crisis financiera se dobló, pasando de 42% del PIB en 2008 al 80,4% actual (en España era del 97% al cierre del año pasado).

Aunque la ley no se debatirá hasta el otoño, el Gobierno de Cameron la anuncia ya para obligar a retratarse a los aspirantes que estos días se disputan el liderazgo vacante del Partido Laborista. Aunque formalmente el laborismo se comprometió en la pasada campaña electoral con la lucha contra el déficit, no parece que les guste llevarla tan en serio, pues ayer sus terminales ya acusaban a Osborne de volver al modelo fiscal “de la época victoriana”. El ministro ha respondido que diciendo que “todo el espectro político debe aceptar que sin unas finanzas públicas saneadas no hay seguridad para la gente trabajadora, la gente que sufre cuando los gobiernos incurren en déficits insostenibles no son los ricos, son los pobres”.

El Gobierno británico cita como ejemplo a Canadá y Suecia, que están obteniendo buenos resultados con ese modelo.

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