El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (centro), asiste a una ceremonia en el cementerio militar de Monte Herzl
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (centro), asiste a una ceremonia en el cementerio militar de Monte Herzl - efe

Netanyahu firma los primeros acuerdos de coalición con ortodoxos y Kulanu

Con la firma de los pactos de gobierno con los partidos ultraortodoxos el primer ministro israelí va a eliminar de un plumazo la «revolución laica»

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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha firmado este miércoles sus dos primeros acuerdos de coalición para la formación de su próximo ejecutivo con el partido ultraortodoxo Judaísmo Unido por la Torá y el de centroderecha Kulanu, informaron fuentes del Likud.

El primero en rubricar el acuerdo ha sido el ultraortodoxo y poco después lo han hecho los representantes de Kulanu, que dirige el ex miembro del Likud Moshé Kahlón.

Con ambos, Netanyahu se ha asegurado el apoyo de 46 escaños (incluidos los 30 del Likud) de los 120 que tiene la Cámara (Kneset) y da un sólido paso de cara a las negociaciones con las otras tres formaciones que aspira a tener en su ejecutivo: la ortodoxa Shas, la nacional religiosa Hogar Judío y la nacionalista Israel Beitenu.

Tras semanas de negociaciones con los partidos que obtuvieron representación en el Parlamento israelí en las últimas elecciones generales del 17 de marzo, Netanyahu dispone aún de una semana para completar la formación del que será su cuarto gobierno.

El Judaísmo Unido de la Torá (JUT), que ofrece el apoyo de seis escaños, obtiene a cambio que su presidente, Yaakok Litzman, sea titular de la cartera de Sanidad, mientras que los otros líderes que encabezan la coalición se convertirán en viceministro de Educación y presidente de la Comisión Financiera de la Kneset.

Además, Netanyahu se ha comprometido a congelar una serie de reformas emprendidas por el anterior Ejecutivo sobre recortes económicos entre la comunidad ultraortodoxa, modificar las reformas en las leyes de conversión y en la ley de alistamiento universal, que por primera vez forzaba a los haredim (ultraortodoxos) a entrar en el Ejército, medida que causó un rechazo entre los clericales.

La segunda alianza asegurada para el líder del Likud, con el centroderechista Kulanu, de Moshé Kahlon, le proporcionan otros 10 escaños. Sumados a los 6 de Judaísmo Unido de la Torá y los 30 que el Likud consiguió en los comicios, sitúan a Netanyahu a 15 escaños de constituir el Gobierno.

Kahlon se hizo con la cartera de Finanzas, mientras que su partido será el encargado de gestionar los ministerios de Vivienda y Construcción, y Medioambiente.

La formación centrista presidirá también el Comité de Trabajo y Asuntos Sociales además de recibir el control de la Administración de Tierras de Israel y la disputada Comisión Nacional de Planificación, demandada por los ultraortodoxos del Shas y que había bloqueado el pacto con Kahlon hasta ahora.

El pasado 20 de abril el jefe del Estado israelí, Reuvén Rivlin, concedió a Netanyahu una prórroga hasta el 8 de mayo para completar la formación de su próximo Ejecutivo, que se ha retrasado por los obstáculos y exigencias en las negociaciones con los partidos.

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