Hillary Clinton, a la salida de un discurso en la universidad de Georgetown
Hillary Clinton, a la salida de un discurso en la universidad de Georgetown - reuters

El «New York Times» vincula a los Clinton con la entrada de Rusia en el uranio de EE.UU.

El control por parte de la compañía rusa de energía de la quinta parte del uranio de EE.UU. coincidió con donaciones millonarias a la Fundación Clinton

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El control por parte de la agencia de la energía atómica de Rusia, Rosatom, de la compañía canadiense que posee una quinta parte de la producción de uranio en Estados Unidos, coincidió en el tiempo con enormes flujos de donaciones a la Fundación Clinton. Según una investigación de "The New York Times" sobre la operación de control de Rosatom sobre la multinacional canadiense del uranio, culminada en 2013 con la creación de Uranium One, los Clinton recibieron un total de 2,35 millones de dólares de la nueva companía.

El diario afirma que ni el expresidente ni su esposa -y actual candidata demócrata a presidencia- hicieron públicas esas donaciones, pese a la existencia de un acuerdo entre Hillary Clinton y el presidente Obama para que todas las cuentas de la Fundación Clinton fueran transparentes.

Debido a que la operación de 2013 implicaba buena parte del uranio norteamericano, considerado estratégico para la seguridad nacional, los acuerdos entre los rusos y los canadienses para la constitución de Uranium One exigían la aprobación del Departamento de Estado de EE.UU. En aquel momento, la secretaria de Estado era Hillary Clinton.

Según la investigación del Times, el presidente de Uranium One utilizó la fundación de su familia para hacer hasta cuatro donaciones a la fundación de los Clinton. Poco después de que los rusos anunciaran su intención de comprar la mayoría de las acciones de Uranium One, Bill Clinton recibió un pago de medio millón de dólares por dar una conferencia en Moscú; el pago fue realizado por un banco de inversiones vinculado al Kremlin que estaba promocionando las acciones en bolsa de Uranium One.

El Times afirma que "no se sabe si los donativos jugaron algún papel en el acuerdo del uranio" para crear la nueva empresa controlada por Rusia. Pero el caso subraya "los problemas éticos que plantea la Fundación Clinton, encabezada por un expresidente que se apoyó principalmente en dinero del extranjero para alcanzar unos activos por valor de 250 millones de dólares, mientras su esposa dirigía la diplomacia norteamericana como secretaria de Estado".

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