Cartel de los conservadores que presenta al líder laborista en el bolsillo del nacionalista escocés Salmond
Cartel de los conservadores que presenta al líder laborista en el bolsillo del nacionalista escocés Salmond - abc

Cameron: «Miliband es una marioneta del nacionalismo escocés»

Un anuncio «tory» presenta al líder laborista en el bolsillo de Salmond

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A solo 58 días de las elecciones del Reino Unido se registra un empate entre conservadores y laboristas, así que los partidos comienzan a utilizar la munición pesada. Los «tories» han decidido jugar la baza de dibujar al líder de la izquierda, Ed Miliband, como una marioneta de los independentistas escoces. Ayer presentaron un anuncio duro y elocuente, de la agencia M&C Saatchi, que ocupara vallas a partir de esta semana en Inglaterra y la que viene en Escocia. Se trata de un fotomontaje en el que un pequeño Miliband aparece metido en el bolsillo de la americana de un enorme Alex Salmond. Tras perder el pasado septiembre el referéndum separatista que promovió, Salmond abandonó el cargo de primer ministro escocés y será el futuro jefe de filas del SNP en el Parlamento de Londres.

Cameron calificó de «perspectiva escalofriante y real» la posibilidad de un Miliband primer ministro «bailando al compás de Salmond».

El primer ministro emplazó a Miliband a que diga explícitamente que no pactará con los nacionalistas «si de verdad le importa algo este país». Lo cierto es que su adversario ya lo desmintió el sábado, en una entrevista en un pequeño periódico, pero muy de pasada, con un simple «no está en la agenda», clásica frase balones fuera para salir del paso, que en un futuro sirve para todo.

El discurso contra el nacionalismo escocés le puede funcionar a Cameron sobre todo en Inglaterra. Las concesiones hechas al nacionalismo escocés para salvar el caro o cruz del referéndum han disgustado a muchos ingleses. Mientras Escocia ha visto muy incrementada su autonomía, se da la circunstancia de que los diputados independentistas escoceses sí pueden votar en el Parlamento de Londres sobre cuestiones estrictamente inglesas. Sin embargo no todos los «tories» ven oportuno el anuncio publicitario presentado ayer. El sector crítico cree que es una vía inútil, porque a su juicio los votantes laboristas más críticos con las concesiones de Miliband al independentismo se irán a UKIP, el partido eurófobo que representa de facto el nacionalismo inglés.

Pese a perder con contundencia el referéndum, el SNP ha salido reforzado por aquella campaña. Las encuestas prevén que logre 54 de los 59 escaños que corresponden a Escocia en el Parlamento de Westminster. El gran damnificado es el Partido Laborista, que ahora posee 41 escaños en Escocia y podría quedarse solo en cuatro. Esa debacle en un granero de votos de siempre para la izquierda puede costarle a Miliband la llave del Número 10 de Downing Street. Salvo que pacte con el SNP, claro, y gobierne con su apoyo. Por lo de pronto la nueva primera ministra escocesa, la dura Nicola Sturgeon, ha ido suavizando su postura sobre una posible colaboración con Miliband. Al principio le planteaba unas exigencias imposibles, pero ahora Sturgeon ya empieza a decir que podría sostenerlo con apoyos en votaciones puntuales.

Tras la entrada en crisis de su tradicional y exitoso modelo bipartidista, el Reino Unido puede verse asomado a un grave problema que conocemos bien en España: la política nacional sujeta a pactos con partidos nacionalistas, que en realidad aspiran a destruir la nación y se rigen solo por el egoísmo local. Y es que ni Miliband ni Cameron logran abrir brecha. En el chequeo demoscópico diario del conservador «The Daily Telegraph» ayer iba por delante el Partido Laborista, con el 34%, con los conservadores a un punto; un 14% para el eurófobo UKIP, y sendos apoyos del 7% para los Liberal Demócratas, el socio de gobierno de Cameron, y los Verdes.

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