Malecón de La Habana en una imagen de este miércoles
Malecón de La Habana en una imagen de este miércoles - reuters

El ardor diplomático no rompe el hielo económico entre Cuba y Estados Unidos

Cuando, por fin, se levante el embargo, entre 5.000 y 10.000 millones de dólares de inversiones esperan en La Habana a las empresas estadounidenses

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La furia desatada por el anuncio bilateral hecho por Estados Unidos y Cuba de abrir canales de diálogo para restablecer relaciones diplomáticas no significa que el famoso embargo económico de la isla, vigente desde 1962, vaya a terminar de manera automática.

Washington planea abrir una Embajada en La Habana, se prevé una mayor número de visitas, unas remesas más cuantiosas y hasta se rumorea ya una visita del presidente Barack Obama a la isla caribeña, pero el comercio bilateral fluido y la inversión no van a descongelarse por el momento.

El goloso mercado que se puede abrir va a seguir cerrado para sectores como el hotelero, el de los automóviles o las compañías de comunicación estadounidenses. Se estima que hay un pastel, a la espera del deshielo definitivo, de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares para posibles inversiones de empresas estadounidenses en Cuba, según cálculos de Gary Hufbauer, del Institute for International Economics de Washington, informa la agencia France Presse.

«Esto no es más que el comienzo del largo camino hacia la normalización. Para la inmensa mayoría de las empresas americanasla situación sigue bloqueada, no solo por las sanciones estadounidenses sino por el intervencuionismo estatal» en la isla, añade Hufbauer.

Indemnizaciones

Por el momento, las empresas norteamericanas podrán exportar a Cuba materiales de construcción y equipamiento agrícola para tratar de empujar al sector privado. También se ha multiplicado por cuatro la cantidad de dinero que puede enviarse a la isla por trimestre, que pasa de los 500 a los 2.000 euros.

Quedan asuntos espinosos que no será fácil de resolver, como las indemnizaciones por los bienes norteamericanos expropiados por la revolución que encabezó Fidel Castro hace 55 años.

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