La «aclamación» de Merkel en el congreso de la CDU lanza su candidatura para 2017

Uno de los deportes del periodismo político alemán es medir la duración de los aplausos: la canciller Angela Merkel fue hoy reelegida por octava vez como presidenta de los democristianos con una ovación de pie de diez minutos. Con el 96,7 % de los votos, casi un punto menos que su última reelección en Hannover (2012), la de nuevo jefa de la Unión Democristiana respondió con un: «Acepto el nombramiento y agradezco la confianza abrumadora». El XXVII congreso federal de la CDU en Colonia –la ciudad natal del canciller fundador de la República Federal de Alemania y patriarca del partido, Konrad Adenauer– que concluye mañana, confirma que después de tres Gobiernos, la canciller de 60 años sigue siendo casi sin desgaste alguno la principal baza de los conservadores alemanes.

Quizás también para las generales de 2017.

La semana pasada, el Parlamento regional de Turingia eligió a Bodo Ramelow del partido de La Izquierda –poscomunistas y socialdemócratas desencantados– como primer ministro de ese Estado federado oriental, lo que hizo saltar las alarmas. El tripartito de centro-izquierda (La Izquierda de Ramelow, los socialdemócratas del SPD y los ecoliberales de Los Verdes) que elegía Ramelow podría tener una réplica a nivel federal. Ese movimiento de fichas ha llevado a algunos analistas a expresar su deseo de que la CDU gane las elecciones federales de 2017 instalando a Merkel por cuarta vez como jefa del Gobierno. La líder de los democristianos desde el año 2000 podría convertirse así en la tercera canciller en permanecer cuatro legislaturas en el poder. Los otros dos, ambos de la CDU, fueron Adenauer y Helmut Kohl.

En una intervención previa ante los 1.001 delegados presentes en el congreso, Merkel acusó hoy a sus socios socialdemócratas de gobierno de declararse en «bancarrota política» por la elección de Ramelow: «¿Cuánto más quiere empequeñecerse el SPD?» ironizó la líder conservadora en su discurso. «Sólo nuestra propia fortaleza, sólo una CDU fuerte impedirá una coalición rojo-rojo-verde en 2017. Tenemos que trabajar para eso», concluyó Angela Merkel desatando la euforia de los delegados que la ovacionaron de pie.

«Lo hemos demostrado»

Entre aplausos cada dos tres frases, Merkel destacó el buen lugar que Alemania ocupa en el contexto internacional y su capacidad para superar mejor que otros la crisis: «Tenemos menos de tres millones de desempleados y el desempleo juvenil más bajo de la zona euro», recordó Merkel cual mantra. Para la canciller, la contención presupuestaria ha sido la receta del éxito de Alemania y debe ser también la clave de su prosperidad futura. La canciller agradeció la labor de su ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble por haber logrado el desafío del «presupuesto con déficit cero» previsto para el año próximo. Alemania, dijo, «demuestra que la austeridad no está reñida con el crecimiento ni con la inversión».

Merkel ha llamado a Alemania a liderar la transición a la nueva economía del siglo XXI y a no perder la carrera de la digitalización.