CRÍTICA
Restaurante La Marea: sólido en ejecución y generoso en sabor
«Una experiencia culinaria en la que el producto andaluz se viste de sutileza y respeto por la tradición»

Situado frente al Atlántico, en pleno paseo maritimo de Cádiz capital, La Marea promete una experiencia culinaria en la que el producto andaluz se viste de sutileza y respeto por la tradición. En nuestra reciente visita, el equipo de sala nos acogió con cercanía y solvencia, dejando que el protagonismo recayera, como debe ser, sobre la cocina.
Paté de bogavante

Comenzamos con una entrada fría: el paté de bogavante, servido con unas tostadas finas y crujientes. La textura era untuosa y elegante, sin caer en la pesadez. El sabor del marisco se mantenía nítido, sin estar enmascarado por el exceso de crema o condimentos. Un comienzo prometedor, aunque le habría venido bien un contrapunto cítrico o anisado para aligerar el bocado.
Daditos de cazón en adobo
Pasamos luego al cazón en adobo, presentado en forma de pequeños dados bien dorados. La fritura, seca y crujiente, es un testimonio de la técnica gaditana. El marinado, sin embargo, aunque correcto, resultaba algo contenido; tal vez por temor a eclipsar el sabor del pescado, se optó por una versión menos punzante del clásico adobo. Aun así, un plato que respira autenticidad y territorio.
Tortilla vaga de cocochas de bacalao

La tortilla vaga se mostró como una de las sorpresas de la velada. Jugosa, al límite de lo crudo como mandan los cánones, y coronada con generosas cocochas de bacalao que se deshacían al tacto. El conjunto era armónico, salino, con una grasa bien integrada que aportaba profundidad. Un plato de ejecución técnica impecable, con alma de cocina de autor sin perder raíces.
Arroz de carabineros
El arroz de carabineros es, sin duda, uno de los emblemas de La Marea. El grano, en su punto justo, absorbía con eficiencia el fondo marino, profundo y persistente. El carabinero, presentado con su cabeza intacta, invitaba a una liturgia imprescindible: succionar todo su coral, verdadero elixir y responsable del carácter del plato. Un arroz serio, potente y sin artificios.
Milhojas de crema de queso y coulis de mango

Finalizamos con la milhojas de crema de queso y coulis de mango, un postre visualmente atractivo y bien ejecutado. La crema, ligera y equilibrada, evitaba caer en lo empalagoso, mientras que el coulis de mango aportaba una acidez bienvenida, aunque se echó en falta algo más de presencia en el hojaldre. Aun así, un cierre fresco y bien medido.
La Marea se presenta como un restaurante que domina el producto y respeta los tiempos de la cocina gaditana, con guiños de modernidad bien entendida. Hay oficio, hay intención y, sobre todo, hay verdad. A veces, menos arriesgado de lo que cabría esperar, pero sólido en ejecución y generoso en sabor. Una parada imprescindible para quienes buscan Cádiz en cada bocado.