Arsenio Manila: Producto de calidad además de un buen ambienteArsenio Manila: Producto de calidad además de un buen ambiente

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La elección de un restaurante nunca es tarea fácil y esta labor se complica cuando el número de personas que intervienen en dicha elección crece ya que son dos magnitudes directamente proporcionales. Cuanto mayor es el grupo, el riesgo de fracaso se multiplica y la tragedia empieza a fraguarse. “Pues yo prefería pescaito”. “Ahora que estamos en temporada, no vamos a probar el atún”. “Yo ya estoy harto de pescado, hoy me apetece carne”. Pues este problema lo podemos solventar con el restaurante que hoy abordamos. Arsenio Manila, uno de los establecimientos ya clásicos de la gastronomía de Cádiz.

Fundado en 2007 por el empresario Raúl Cueto. Un lugar de clara estética cosmopolita al que no podríamos catalogar como restaurante a secas, ya que este negocio engloba diferentes ambientes.

Es lo que hoy en día podríamos definir como multibar. Restaurante, coctelería y buena música. Pero vamos a centrarnos en lo meramente gastronómico de este establecimiento. Su carta, como hemos comentado antes, está bien estructurada dividida entre carnes, pescados, mariscos, arroces y pastas e incluso tienen un apartado para vegetarianos, en la que podemos encontrar una gran variedad de elaboraciones donde el denominador común es el buen producto.

Su cocina la podíamos definir como internacional, aunque se sienten muy representados por el movimiento Slow Food donde el producto local y sus productores son los pilares fundamentales, promoviendo una gastronomía identitaria de la zona.

En el apartado de entrantes comenzamos por la ensaladilla de tartar de atún rojo y huevo frito. Una ensaladilla cremosa con un buen tartar de atún y que con el juego que le da la mezcla de sus diferentes ingredientes además del huevo frito se convierte en un plato muy goloso y disfrutón.

Seguimos con otro de sus clásicos, los chicharrones de atún que aquí utilizan la ventresca del animal para envolverla en panceta de cerdo y cocinarla a la sal, cortada en finas laminas y acompañada con una mayonesa de lima y wasabi, aportándole un contrapunto fresco aligerando el aporte graso tan característico de este corte del animal.

Continuamos con uno de sus fuera de carta, almejas en salsa de sake, buen tamaño del molusco, bien de cocción, pero su salsa poco ligada deslucía mucho el plato.

Otro de los fuertes de este restaurante es su apartado vegetariano, en este caso hicimos algo de trampa porque nos decantamos por su puerro asado, tierno y delicado, pero convenientemente arropado con unas láminas de vaca madurada, buena combinación que se mueve en la delgada línea de lo que sería un plato healthy (o no).

En la misma entrada a la sala de Arsenio Manila, perfectamente adherida a su barra y junto a la cocina, se encuentran resguardadas de cualquier inclemencia la gran variedad de carnes que ofrece este restaurante. Carnes de diferentes zonas geográficas nacionales e internacionales y variados grados de maduración. En este caso nos decantamos por un lomo bajo de Hereford, raza originaria del Condado de Herefordshire, en Inglaterra, e introducida hace unos dos siglos en Irlanda y junto con la Angus, representan mas del 80% de la carne de vacuno que se vende en este país. Gran infiltración de grasa intramuscular que mejora la suavidad de la carne.

Y un lomo alto de Tolosa, una carne que se caracteriza por la buena crianza del animal, algo primordial para la calidad posterior de la carne, porque si el producto no procede de animales que no hayan sido convenientemente cuidados desde su nacimiento y correctamente sacrificados, es prácticamente imposible que de ahí salga una buena carne, con el consecuente mal final en el plato, más allá de la destreza del parrillero.

Pues después de probar estas dos chuletas, sin duda nos quedamos con la Hereford, la cual superaba con creces tanto en sabor como en ternura a la de Tolosa. Aunque las dos hay que decir que estaban bien de punto. Como acompañamiento nos sirvieron unos tradicionales pimientos del piquillo confitados, pura delicia.

Para terminar, nos inclinamos por la tarta de queso. Una tarta de queso de corte clásico muy cremosa y nada pesada.

Arsenio Manila es una apuesta segura si se quiere disfrutar de un producto de calidad a precios moderados además de un buen ambiente.

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