Eduardo González, tercero por la izquierda, con el equipo de cocina
Eduardo González, tercero por la izquierda, con el equipo de cocina - Salva Moreno
Apertura

El Santuario, nueva peregrinación para los amantes de la tapa en La Línea

Abrió el 19 de abril, y es de los mismos propietarios del Bar Bitácora, en el Paseo Marítimo

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Tapas, canapés y montaitos. Esa es, de manera muy resumida, la oferta de El Santuario, bar que abrió el pasado 19 de abril en el número 6 de la calle Méndez Núñez de La Línea y que es propiedad de la familia que también gestiona el Bar Bitácora, con Eduardo González como cabeza visible y al frente de la cocina. Sus hermanos, Álvaro y Javier, son parte también de la empresa.

«Tras casi cuatro años en Bitácora, ya había ganas de expandir la empresa», dice Eduardo. Además, le da la oportunidad de volver a sus inicios y de hacer algo distinto a lo que hace en el bar del Paseo Marítimo. Eduardo se formó académicamente en la cercana Escuela de Hostelería de San Roque, mientras se sacaba un dinero en los bares y chiringuitos de La Línea.

En la Escuela le mostraron un documental de Alain Ducasse y conoció también a Ferrán Adriá, lo que le cambio la mente, profesionalmente hablando. En 2019, abrió Bitácora junto a sus hermanos y la ayuda de su padre.

Ensaladilla de gambas y cangrejo
Ensaladilla de gambas y cangrejo - Salva Moreno

Ahora, en abril de 2023, pone en marcha El Santuario, en un céntrico local ocupado hasta hace unos meses por el Bar Centro. «Siempre me han gustado los sitios tipo fast food, pero al comenzar con El Santuario hemos tenido que dejar aparcado ese proyecto. Además, vuelvo al mundo de la tapa, donde ya empecé, haciendo montaditos, en un bar que se llamaba La Tasca», recuerda.

Canapé de anchoa y tomate
Canapé de anchoa y tomate - Salva Moreno

Eduardo oyó que Paco y Lina, dueños del Bar Centro, se jubilaban en febrero, «así que vinimos a hablar con ellos. Nos conocían de Bitácora y sabían que somos una empresa seria, así que llegamos a un acuerdo. Tuvimos que hacer una reforma importante del local, y luego había que decidir qué tipo de local queríamos, y pensamos en las tapas, un concepto que no tenemos en Bitácora. Son las mismas tapas, canapés y montaitos que se llevan en muchos bares de La Línea, pero aportándoles nuestro trabajo y nuestra personalidad».

La carta

La carta, que pueden consultar al completo en este enlace, es amplia y tiene varios apartados. Para empezar, varios tipos de ensaladilla y patatas aliñadas, zanahorias morunas o boquerones en vinagre. Al corte, jamón, chacinas, chicharrones, carne mechá y varios tipos de queso.

El montadito madrileño
El montadito madrileño - Salva Moreno

Los montaditos alcanza la veintena, con clásicos como el serranito, entre otros, y los viajeros, caso del madrileño, evidentemente con calamares, tacos mexicanos y smash burgers. La carta incluye una decena de canapés, entre ellos los de anchoa y tomate, centollos y cangrejo con salsa rosa o chicharrones con manteca colorá y payoyo. También hay huevos revueltos, huevos fritos y tortillas vagas, además de una amplia selección de frituras.

Boquerón relleno, una de las frituras
Boquerón relleno, una de las frituras - Salva Moreno

Guisado y en salsa, con carrillera, albóndigas en salsa de almendra, pollo al ajillo de manzanilla, entre otras opciones, continúan con la carta, que tiene también tres cortes de carne a la plancha y pez espada al mojo verde, también a la plancha. Además, también hay conservas de la empresa barbateña Felisa Gourmet.

El Santuario cuenta con aforo total cercano al centenar de personas, incluyendo una treintena en la terraza exterior. Abre de martes a domingo, con horario de cocina desde las 13 horas hasta las 16, y desde las 20 horas hasta las 23:30. No hace reservas, por lo que conviene acudir con tiempo si no se quiere esperar demasiado.

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