Diego Guerrero, en el Patio San Diego, su restaurante en Grazalema
Diego Guerrero, en el Patio San Diego, su restaurante en Grazalema - Salva Moreno
Grazalema

El Patio San Diego comienza su andadura en Grazalema

Diego Guerrero está al frente de la cocina y de la gestión de la hospedería Las Piedras junto a Rocío Romero

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Diego Guerrero sigue honrando al santo que le da nombre con un nuevo restaurante. En este caso, en Grazalema, donde abrió hace algo más de un mes el Patio San Diego, en el anterior Las Piedras, nombre que mantiene la hospedería con 16 habitaciones de cuya gestión también se hace cargo junto a su pareja, Rocío Romero.

Tanto el alojamiento como el espacio gastronómico han tenido una remodelación, cuya responsable ha sido Carmen Sánchez, amiga personal de la pareja, que ha hecho un trabajo muy sobrio y elegante, adaptando las instalaciones a un tiempo más actual. El restaurante mantiene el patio y una sala interior. Una parra cubre el primero, con una decena de mesas disponibles, con una cantidad similar a cubierto.

Al frente del servicio, un profesional experimentado como es Eloy Salguero de la Rosa.

El patio del restaurante de Grazalema
El patio del restaurante de Grazalema - Salva Moreno

Diego ya tiene otros dos restaurantes: el Mirador San Diego, en La Muela (Algodonales), y el Balcón San Diego, en Olvera. Afirma que «me ofrecieron la oportunidad de hacerme con el de Grazalema y era un tren que no podía dejar pasar. Yo, que soy arriesgado, me he subido a él, y vamos a trabajar con toda la ilusión del mundo para que salga bien».

Boquerones al limón
Boquerones al limón - Salva Moreno

En su carta, hay platos que están presentes en sus otros dos establecimientos, con «productos de la zona. Cabritos, buenos quesos de Grazalema, cordero, ternera… Pero también pescados como el atún. En resumen, producto de calidad para que el cliente se sienta como en casa y se vaya satisfecho».

El canelón de aguacate
El canelón de aguacate - Salva Moreno

Así, mantiene en Grazalema el bombón de queso de cabra payoya con nueces, o los saquitos de queso, también denominados de Meli. Otro, el canelón San Diego: «Por dentro lleva queso suave con cebolleta morada, pepinillo y alcaparras. La salsa de encima es tomate confitado hecho por mí, todo envuelto en el aguacate». Croquetas, croquetón de carrillada, capirote de langostino con crema curry, o la torrija de hígado de pato con manzana, son otros de los entrantes.

Las carnes se llevan el mayor protagonismo en la carta, con distintos cortes ibéricos y pierna de cordero y de cabrito, varios chuletones, de Jersey o retinta, Tomahawk, T-bone, lomo argentino, picaña de angus o medallón de vaca con pato y manzana, además de una hamburguesa de buey.

La picaña, una de las carnes del Patio San Diego
La picaña, una de las carnes del Patio San Diego - Salva Moreno

El pescado destaca con chocos y chipirones a la plancha, boquerones al limón, atún, fresco y de almadraba, pulpo a la brasa, y bacalao, bien al horno con crema de piquillo, frito, revuelto o en crepes. Además, Diego recuerda que habitualmente tiene también arroces, que varían según el producto del que disponga.

Patio San Diego está abierto de 13:00 a 23:00 horas en el número 32 de la Calle Las Piedras de Grazalema. Sus número de teléfono son el 956 13 20 14 y el 611 127 053.

Sobre Diego Guerrero

Diego Guerrero abrió el restaurante Mirador San Diego el 12 de julio de 2014. Nacido en Las Cabezas de San Juan, pero criado en Dos Hermanas, a los 19 años ya podía presumir de disponer de casa, coche y dinero para vivir de manera independiente, fruto de su trabajo. Jugaba al fútbol, y llegó a tener una empresa de construcción que daba empleo a casi un centenar de personas, pero la crisis de 2008 se lo llevó todo por delante. Diego, al que siempre le gustó la cocina, decidió entonces volver al pueblo de su familia, La Muela, pedanía de Algodonales, para darle un giro total a su vida profesional.

Pero para que todo haya salido bien, Diego tiene muy claro que ha sido primordial el apoyo de sus padres y de su pareja, Rocío Romero. «Ellos han estado a mi lado siempre, tanto en los buenos momentos como en los malos. Nada hubiera sido posible sin ellos», incluyendo, claro está, esta nueva aventura que ahora inicia en el Patio San Diego, en Grazalema.

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