Íñigo Oller, a la izquierda, es uno de los socios de El Escondite de Inga
Íñigo Oller, a la izquierda, es uno de los socios de El Escondite de Inga - Salva Moreno
Chiclana

El Escondite de Inga: los helados de siempre con productos de cercanía

Abierto desde el 2 de junio, es la unión de Obrador Helado y El Escondite de Conil, y ofrece mucho más que helados

La gran mayoría de postres y productos de su carta son sin gluten

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«¡Quillo! ¡Me has trasladado a la infancia!». Eso le decía recientemente un cliente a Íñigo Oller tras probar uno de sus helados en El Escondite de Inga, la heladería (y algo más) que su restaurante en Conil, El Escondite, ha abierto junto a Obrador Helado en la carretera de Sancti Petri (Chiclana).

Este proyecto, que abrió el pasado 2 de junio, «nació un poco por casualidad, por esas carambolas que tiene la vida. Carlos Sancho, de Obrador Helado, tuvo la oportunidad de quedarse con este local. Yo llevo con él desde que abrimos El Escondite en Conil, hace ocho años. Me pidió que uniésemos fuerzas y lo hicimos», recuerda Íñigo. El obrador lo puso en marcha el padre de Carlos en 1942, luego pasó a él, y ahora a su hija, Inga. De ahí el nombre elegido para el local ubicado en la urbanización Costa Sancti Petri, a escasa distancia del otrora poblado pesquero.

El Escondite de Inga está en la carretera de Sancti Petri, en Chiclana
El Escondite de Inga está en la carretera de Sancti Petri, en Chiclana - Salva Moreno

Obrador Helado tiene muchos clientes en la restauración. Íñigo y Pepe Cobos, su socio, conocen su calidad de primera mano, y viceversa, así que la unión no tardó en sellarse. «En realidad, esto es una heladería tradicional, de ahí el comentario que me hizo este cliente, que la vainilla le sabía a vainilla. Ahora todo lleva mucha decoración, mucho artificio y tal. Pero nosotros buscamos lo natural. Son helados de toda la vida de Dios, con productos de toda la vida de Dios».

Sin gluten

Puede parecer una obviedad, pero añade el cocinero de El Escondite que «la fruta es fruta. La galleta es galleta. No hay químicos, saborizantes, ni potenciadores de sabor. Nada. Sólo tenemos un par de helados con unas galletas comerciales, porque hay que tenerlos, pero son los dos únicos que tienen gluten. El resto, no, en la línea del restaurante, donde tenemos toda la carta sin gluten». Además, dice Oller que no son helados demasiado azucarados, «porque el azúcar hace un efecto anticongelante, que para el helado es muy interesante. Pero para la salud del cuerpo humano no lo es tanto».

El sándwich vegetal
El sándwich vegetal - G.C.

Fiel también a la filosofía de ambos, en El Escondite de Inga se apuesta por los productores de cercanía. Las fresas del sorbete son de Conil. En el helado de requesón con miel, ésta última es de Patiño, en Conil, y el queso de Puerto Carrillo, en Benaocaz. Con respecto al queso, dice Íñigo que están viendo la manera de hacer una tabla de quesos helados, para quien le apetezca ese postre.

Los sabores tradicionales también están en la vitrina de El Escondite de Inga. Turrón, chocolate, tutti frutti, straciatella, vainilla o dulce de leche, se mezclan otros más novedosos como la leche fresca de Conil, higos y miel, o las pasas con moscatel de Chiclana. Para saborearlos, pueden hacerlo en diversos tamaños de tarrinas y conos, también sin gluten.

La vitrina con helados de El Escondite de Inga
La vitrina con helados de El Escondite de Inga - Salva Moreno

Siguiendo la línea del denominado kilómetro cero, tienen una línea especial de helados hechos con vinos de Jerez, concretamente de Sánchez Romate, «con los que colaboramos mucho porque me encanta esa bodega. Ahora tenemos uno de mango con amontillado y algas de Consuelo, de Suralgas. Tratamos que todo sea con productos de empresas de la zona que trabajan muy bien, y si juntamos lo mejor, normalmente, no falla».

Abrirá todo el año

Íñigo es un acérrimo defensor de abrir todo el año. Al igual que hace en el restaurante de Conil, en El Escondite de Inga no se cerrará cuando acabe el verano. Ahora, su horario comienza a las doce de la mañana para los desayunos tardíos, el martes es el día de descanso, aunque en invierno esa hora se adelantará. Con varios panes a elegir, mollete, de cúrcuma, de semillas o de espelta, entre otros, las tostadas se pueden pedir con jamón y tomate, mantequilla y mermeladas caseras ecológicas, salmón y aguacate, chicharrones de Cádiz, atún rojo de almadraba en manteca y otros productos en el que, como siempre, destaca la cercanía.

La tarta de queso
La tarta de queso - G.C.

A partir de las dos, o antes para quien quiera, la oferta gastronómica va también más allá de los helados y desayunos, algo necesario para poder abrir todo el día. «Tratamos de recuperar recetas tradicionales. El pepito, con una buena ternera de La Janda y pimientos de Conil confitado. Los bocadillos que llevan queso, siempre de la Sierra. El sándwich Club lo hacemos al estilo de Cádiz. Le quitamos el beicon, que es malísimo para la salud, y le ponemos chicharrones, que está más bueno y es más sano de aquí a Roma», bromea Íñigo. En definitiva, «quitamos lo extranjero para introducir lo local».

Más productos

Con la cercanía del Concert Music Festival, el escenario se divisa desde la terraza de El Escondite de Inga, han preparado una máquina de perritos calientes para que la gente que va y regresa de los espectáculos se los puedan llevar. «Pero claro, con una salchicha y un pan muy especial. Todo lo hacemos nosotros, mostaza con hinojos de Conil, con alcaparras, trufa y manzanilla, kétchup con eneldo, un montón de salsas diferentes, pero nada químico tampoco. El kétchup que se come aquí está hecho con tomates de la huerta de verdad, entre Chiclana y Vejer. La verdad es que el resultado me está gustando mucho, y poder defender una carta completa con producto de la tierra hace que me sienta muy orgulloso».

La carta incluye también una selección de buenos vinos y cervezas artesanas. Batidos, smoothies y diversos tipos de cafés y otras bebidas para el desayuno y la merienda son otros de sus atractivos. Pueden consultarla al completo en este enlace.

El sándwich de chicharrones
El sándwich de chicharrones - G.C.

Anuncia Íñigo que en breve servirá a domicilio, también las tartas, que están elaboradas todas sin gluten y sin lactosa, como hace siempre Íñigo. Además, El Escondite de Inga cuenta con un espacio en el recién inaugurado Boho Market, ubicado en la Finca El Sotilllo, que abre todos los días hasta el 10 de septiembre.

Y una curiosidad, disponen de prensa del día. Si pensaban que ya no era posible tomar el café o una cerveza leyendo el periódico, en El Escondite de Inga han pensado en ello. No se les escapa un detalle.

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