Beneficios del aceite de oliva en los niños que deberías conocer

Paula Crespo, Dietista-Nutricionista del Hospital Campo Grande (Valladolid), explica en este artículo la importancia de este producto en los más pequeños de la casa

ABC Familia

Están ampliamente demostrados los múltiples los beneficios del aceite de oliva en la dieta de los adultos. Debido a su composición nutricional, los efectos más destacables los encontramos, por un lado, sobre el colesterol sanguíneo: aumenta los niveles del colesterol HDL (el “bueno”) y disminuye los niveles del LDL-c (el “malo”) . Y por otro, tenemos efectos beneficiosos demostrados en el control de la hipertensión arterial y en la prevención de enfermedades cardiovasculares, dos de las enfermedades no transmisibles que más muertes causan en todo el mundo en la edad adulta.

Sin embargo, no se habla tanto de qué beneficios tiene el aceite de oliva, más allá de la composición nutricional y el perfil lipídico saludable, en la dieta de los más pequeños, ya desde la etapa preconcepcional. De hecho, si decimos que el consumo de aceite de oliva tiene un impacto beneficioso en la salud de los más pequeños, incluso antes de nacer, podemos afirmar que no estamos exagerando.

Durante la vida intrauterina, el feto demanda ácidos grasos esenciales para la formación de los tejidos y, la única vía que tiene el bebé de obtener estos ácidos es a través de la placenta, gracias a la alimentación de la madre. Por eso, es imprescindible que la madre tenga una buena ingesta de grasas saludables durante el embarazo, porque son indispensables para el desarrollo del sistema nervioso y cerebral.

«Las parejas con hijos pequeños realizan el menor consumo per cápita de aceite cuando deberían ser los que más deberían consumir»

Una manera fácil de obtener los ácidos grasos esenciales es a través del consumo de frutos secos, pescado y de 3 a 6 raciones diarias de aceite de oliva (siendo 1 ración, aproximadamente unos 10 ml).

Pero este aporte de ácidos grasos debe continuar durante la lactancia, a través también de la dieta de la madre, y del mismo modo, desde el inicio de la alimentación complementaria a partir de los 6 meses.

¿Cuándo y cuántas veces lo pueden tomar?

Y aquí surge una de las principales dudas, ¿cuándo y cuánto aceite de oliva pueden consumir los bebés una vez se inicie la alimentación complementaria?

Los expertos indican que es más importante la calidad que la cantidad de la grasa en la dieta de los más pequeños. Por eso, una vez que se inicie la alimentación complementaria , debemos aportar al bebé fuentes de grasa de calidad, como sería el aceite de oliva.

Según las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría, el aceite de oliva puede introducirse alrededor de los 6 meses, junto a los cereales, frutas y verduras.

Y en cuanto a la cantidad, se puede empezar por una cucharada sopera o un chorrito, tanto si vamos a practicar el método Baby Lead Weaning, como si le damos purés: vamos añadiendo un chorrito de aceite al día, hasta que el bebé coma lo suficiente como para tomar unas dos o tres cucharadas soperas repartidas en las comidas.

Es importante destacar, que, en los niños el aporte de grasa es fundamental para un buen crecimiento, y un óptimo desarrollo intelectual, y por lo tanto debe mantenerse un buen aporte de grasas y aceite durante todo su crecimiento. Para lactantes menores de 6 meses, la recomendación es la leche materna, como fuente de grasa en cuanto a cantidad y calidad.

Entre los 6 meses y los 2 años, y a lo largo de la etapa preescolar y escolar se recomienda ingerir 3-4 raciones diarias de aceite, teniendo en cuenta que el aporte que se recomienda de grasa en esta etapa es del 30% sobre la ingesta calórica total. Es importante priorizar las fuentes de grasa vegetal para este grupo de edad, por su elevado aporte de ácidos grasos y buena digestibilidad.

¿Cómo pueden consumirlo los niños?

Durante su introducción, sí que es importante probar la aceptación por parte del bebé, ya que, aunque en general mejora el sabor, flavor y palatabilidad de las preparaciones, puede tener un sabor que resulte algo fuerte, sobre todo en crudo.

Pero una vez que se ha introducido, se puede consumir igual que lo consume un adulto: añadiendo al puré, como aliño de verduras cocidas o al vapor, en el pan, etc. Para que conserve sus propiedades, la mejor forma de ofrecer el aceite de oliva a bebés, niños y niñas es en crudo, aunque sometiéndolo a cocción, también mantiene sus propiedades.

Podríamos decir que, prácticamente, los mismos que para los adultos, con una salvedad y es que cuánto antes se inicie el consumo de aceite de oliva en las cantidades recomendadas y a diario, antes se favorecen los niños de sus efectos saludables. Porque, como hemos dicho al principio, los principales beneficios están demostrados en la prevención de enfermedades cardiovasculares y la hipertensión , enfermedades cada vez más prevalentes y que aparecen en edades más tempranas. Por lo tanto, desde el momento que se inicia su consumo, empiezan sus efectos.

Además, en su composición nutricional, encontramos nutrientes esenciales para un correcto crecimiento y desarrollo, ácido oleico, vitamina E y polifenoles. También, es un alimento con una gran densidad energética, procedente de grasas saludables , lo que hace que sea una buena opción para enriquecer la comida de los más pequeños, en las etapas donde mayor demanda hay por el crecimiento.

Pero, además, y algo más relevante todavía para los más pequeños, es que también se ha visto un efecto beneficioso en la prevención de la obesidad y la diabetes, enfermedades cada vez más prevalentes entre los jóvenes.

Y es que, si hablamos de obesidad, podemos hablar de la, ya famosa, epidemia del siglo XXI. Según los últimos resultados del estudio ALADINO2, la prevalencia de sobrepeso en la población infantil de 6 a 9 años alcanza ya cifras del 23,3%, y la prevalencia de obesidad está en torno al 17,3%. Pero, además, dentro de la obesidad, un 4,2% de los escolares estudiados presentan obesidad severa.

Está claro que el estilo de vida sedentario y unos malos hábitos alimentarios, son los principales causantes de la epidemia de obesidad que estamos viviendo. Por eso, es más importante que nunca cuidar y vigilar los hábitos de los pequeños y potenciar el consumo de alimentos saludables en la alimentación diaria.

Por último, cabe destacar, por la relevancia que tiene, que, a pesar de los múltiples beneficios demostrados del aceite de oliva, el último Informe de Consumo Alimentario en España publicado por el Ministerio de Consumo en 20203 , donde se analiza el consumo de aceite de oliva, revela datos preocupantes en relación con el consumo de aceite de oliva y los más pequeños.

El informe concluye que las parejas adultas sin hijos, adultos independientes y retirados son el perfil de población que más consumo de aceite de oliva tiene, respecto a la media nacional. Sin embargo, los hogares formados por parejas con hijos pequeños son quienes realizan el menor consumo per cápita de aceite, cuando deberían ser los que más deberían consumir. Sin duda, datos para reflexionar.

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