De festival, mejor en familia
Aumenta la tendencia de propuestas de ocio centradas en disfrutar juntos pequeños y mayores
¡De padres festivaleros, hijos que vibran al ritmo de la música! Cada vez son más los promotores de eventos de este tipo que se animan a ofertar propuestas de ocio mucho más familiares , haciendo de las actividades compartidas por pequeños y mayores uno de los imprescindibles en las fechas en las que se desarrollan.
Esta nueva tendencia, además de aportar la conciliación a las familias con el ocio, también obliga a las distintas organizaciones a mejorar sus medidas de seguridad. Cuando se trata de menores, el control de aforo es mucho más que necesario para evitar los diversos riesgos.
Medidas de seguridad aparte, estos festivales traen ventajas para los padres y sus hijos. El contacto cotidiano con la música tiene efectos positivos para el desarrollo motriz e intelectual de los niños y el ocio compartido produce beneficios en las relaciones familiares.
Propuestas de ocio para toda la familia
Trabajo, tareas del hogar, colegio, actividades extraescolares… No existe hueco en las agendas que rellenar. En un contexto en el que se tiende a convertir el escaso tiempo libre en ocio y en el que cada vez gana más fuerza la idea de conciliar vida personal y laboral, Coca-Cola Music Experience (CCME), un festival musical, iunundó recientemente Madrid con una propuesta centrada en las familias.
Debido a una larga lista de responsabilidades diarias y a la dificultad de encajar los horarios de pequeños y mayores, vivir momentos juntos se ha convertido en una asignatura pendiente para muchos hogares. «Ha sido un tiempo de calidad en el que los padres han compartido con sus hijos la ilusión por ver por primera vez a sus artistas favoritos en directo, y que en definitiva ha creado multitud de recuerdos muy especiales para todos», asegura Tania de Torres, Assets and Connections Manager de Coca-Cola.
Presentado por la organización como un festival de ocio completo al que todo el mundo puede asistir, el evento contó con una tirolina, una pista de coches de choque, una cama elástica gigante y los «recycling games», unos juegos con los que han buscado fomentar el reciclaje y la gestión responsable de residuos.
Y estas no fueron las únicas novedades. Este año el CCME ha crecido a lo grande para ofrecer a los jóvenes el doble de música, actividades y experiencias inolvidables. Para ello, fue necesaria una evolución a un formato de dos días de duración y un traslado a un espacio más grande –el Recinto Valdebebas de Madrid–, donde los fans vivieron dos jornadas de 11 horas de música en directo, una mayor diversidad de estilos y otras muchas sorpresas. Todo ello, en un entorno en el que disfrutar en familia y de forma respetuosa con el medio ambiente.
Comprometidos con el planeta y la seguridad
«CCME es un festival para todos que fomenta la diversión de una manera respetuosa con el medio ambiente y con el entorno», explica de Torres. A través de iniciativas como un bar autosuficiente impulsado por placas solares fotovoltaica que ha estado a pleno rendimiento este fin de semana y el movimiento #CCMEReforest, una acción con la que compensar la huella de carbono generada durante los mismos días a través de reforestaciones de árboles, la organización ha buscado reducir el impacto generado por los dos días de música que han inundado la capital.
Además, para reducir al mínimo la generación de residuos , los vasos repartidos en el recinto eran reutilizables e incluían mensajes pro reutilización. También había instalados puntos de segregación donde se fomentó la cultura del reciclaje con juegos y pequeñas píldoras informativas.
Las medidas de seguridad por las que apostó la organización han tenido su pilar principal en un sistema identificativo de pulserado obligatorio por el cual los menores de 14 debieron ir acompañados de un adulto y quienes no alcanzaban los 17 tuvieron que registrar sus datos y los de un adulto para estar identificados en todo momento. Una zona delimitada para que solo los mayores de 18 años puedan consumir bebidas alcohólicas y una prohibición de acceso al recinto a partir de las 18:00 completaron una lista de iniciativas que, en palabras de la propia de Torres, «han permitido que jóvenes y menores estén en un entorno controlado y seguro, tanto para su comodidad como para la tranquilidad de sus respectivos progenitores».
Edición abrazada por las familias y valorada positivamente por los artistas como una oportunidad de encontrarse con un sector muy concreto de su público, el CCME ha vuelto a alzarse como uno de los festivales de referencia para los más jóvenes y una ocasión de oro para que padres e hijos puedan compartir su pasión por la música.
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