La inmadurez de uno de los miembros de la pareja hace que se apegue a su madre
La inmadurez de uno de los miembros de la pareja hace que se apegue a su madre
Tres en discordia

Cómo afrontar que tu pareja se ponga del lado de su madre, en lugar del tuyo

En muchos casos, el motivo del conflicto no es la suegra, sino él que, como hijo, no ha sabido comunicar los límites a su madre

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Cada vez es más frecuente que uno de los miembros de la pareja se ponga al lado de su madre. ¿La razón? Bien sencilla. «En los últimos años —explica Mila Cahue, autora de Amor del Bueno y psicóloga de pareja del Centro de Psicología Álava Reyes— es muy habitual que las parejas vayan a vivir juntas muy pronto sin tener la relación establecida al cien por cien. ¿Qué ocurre, entonces? Pues que cada uno de ellos no ha tenido tiempo ni se han preocupado por determinar qué papel cumplen dentro de la pareja: soy la compañera, la novia, una amiga, la mujer de su vida...».

Es decir, la chica puede observar que, en el momento más inesperado, su novio defienda a capa y espada a su madre antes que a ella.

«Cuanto menos tiempo lleven en pareja, más fácil será que él se someta a los deseos de su madre. Sin embargo, cuando un hombre decide meter a una mujer en su casa, ella debe ser la mujer de su vida, y no su madre —explica Mila Cahue—. Él debe estar siempre apoyándo a su nueva compañera porque ella ha salido de la casa de sus padres con un proyecto de vida familiar en el que debe ocupar un primer plano. Si él te quiere, tú debes ser su prioridad».

Un ejemplo muy gráfico

Esta psicóloga lo explica con un ejemplo muy gráfico. Si la casa es un tablero de ajedrez, las figuras del rey y la reina son la pareja. La madre no puede entrar en el tablero y pretender ser la reina. Si esto ocurre es cuando surge el conflicto.

En la mayoría de las ocasiones, las discusiones llegan, no cuando se produce el primer contratiempo, sino cuando hay un cúmulo de ellos y la novia —normalmente se da más en el caso fenenino— explota porque ya no puede más.

«El problema no es la suegra, sino la actutid de él —asegura Mila Cahue—. Él es el que tiene el la función de, sin discutir, hablar y explicar a su madre hasta dónde tiene "voz" dentro de su relación y hasta dónde no». Establecer el límite cuanto antes es uno de los mejores consejos para que la pareja no sufra y no se de lugar a grandes conflictos. Todo dependerá del grado de dependencia que tenga de la madre y de si su hijo es lo suficientemente maduro para saber que ahora es él el que toma las riendas de su vida y relación.

Si el conflicto estalla y la discusión parece inevitable, lo mejor es intentar retrasarla al máximo —en unos casos una hora; en otros, un día..— para que la situación no pille en caliente a ninguna de las partes y se puedan decir cosas que, en realidad, no se sienten y pueden hacer mucho daño. «Hay que huir de los reproches e intentar describir lo que ocurre, identificarlo, evitar malentendidos y siempre teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentra cada uno».

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