La prometida de Beltrán Gómez-Acebo se casará de pantalón

Modelos, blogueras y otras bellezas del gremio se han dado cita en el hotel Ritz de Madrid con motivo de la entrega de los premios de belleza de la revista «Glamour». Entre las beldades oficiales destacó la noruega Hanneli Mustaparta, prescriptora de estilo desde su exitoso blog «Hanneli.com» y una de las personas más influyentes del momento. Tal es su tirón que ha entrado en la nómina de «embajadoras» de la firma Christian Dior por su prestigio a la hora de dictar tendencias.

Hanneli fue la única que pudo hacer sombra a la modelo Nieves Álvarez, presentadora de la gala y una señora estupenda. Meses después de su sonado divorcio, la modelo sigue libre y sin un amor a la vista

. Ha sabido cerrar un capítulo de su vida sentimental con el mínimo trauma posible para sus tres hijos, ya que su ex, el fotógrafo Marco Severini, se instaló en el piso de arriba del domicilio conyugal, para no perder la comunicación y el roce con los niños.

Una de las protagonistas de la velada, más allá de las tops, fue Andrea Pascual, la futura esposa de Beltrán Gómez-Acebo. Tal y como adelantó ABC, el hijo de la Infanta Doña Pilar y Andrea se comprometieron la pasada Navidad, y así lo comunicaron a sus familiares. La propia Andrea se sorprendió muchísimo de que la noticia se hiciera pública, ya que «nadie sabía nada, sólo los muy íntimos». Sin embargo, eso no le ha restado felicidad e ilusión con respecto a su boda. Aún hay incógnitas en torno al enlace, como fijar la fecha del mismo ya que, al parecer, depende de una serie de trámites. Tienen claro que la ceremonia no será en el Juzgado de Pradillo, y dependen de la burocracia para que la boda se celebre en un domicilio privado, donde podrán tener la intimidad que tanto desean, especialmente el novio, siempre reacio a todo lo que sea estar delante de las cámaras o micrófonos.

La presión se repite

De eso precisamente quien más sabe es su exmujer, Laura Ponte, a quien casi le prohibieron hablar con la prensa cuando era novia y, más tarde, esposa del primo del Rey Felipe. Hoy, la actitud de Laura es mucho más relajada, ya que no está sometida a una presión que sí debe sentir en estos momentos Andrea Pascual.

Andrea es una mujer muy cariñosa y de trato fácil, pero ahora sabe que no puede conceder entrevistas ni dar detalles sobre los preparativos de su enlace. En los últimos días, la pareja ha tenido una oferta muy interesante para promocionar un evento con una de las mejores firmas internacionales y la respuesta ha sido negativa por parte de Gómez-Acebo, a pesar de lo bien remunerado que estaba ese acto. Conscientes de su parentesco, los hijos de Doña Pilar entienden que no pueden ni deben aparecer en la prensa, ni siquiera en las más inocentes. Por eso, la adorable Andrea debe permanecer muda como Belinda y rechazar preguntas.

Pese a ese hermetismo, se sabe que Andrea no quiere lucir el clásico vestido de novia de tul ilusión y que prefiere un conjunto de pantalón; también, que está deseando convertirse cuanto antes en madre. Se lleva muy bien con los hijos de su novio, pero quiere crear su propia familia y de ahí la decisión de casarse cuanto antes y no dejar que sigan pasando los años.