poster Vídeo
Mónica Naranjo en el Teatro Real de Madrid - FOTOS: ÓSCAR DEL POZO / VIDEO: DAVID GARCÍA TRIADO

Mónica Naranjo: «A partir de los 40 las mujeres somos hormonas con patas. Hay que cuidarse»

La cantante regresa siete años después de su último disco, y nos habla de cómo se encuentra en la presentación de un ambicioso proyecto en el Teatro Real en el que está como embajadora en nuestro país de la firma cosmética LR

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Mónica Naranjo está imparable. A sus 41 años, la cantante, presentadora y ahora embajadora de la firma de productos de belleza LR Health & Beauty luce una figura envidiable. Y no hay quien le borre la sonrisa de la boca. «Cuando superas la barrera de los 40, las mujeres somos hormonas con patas y hay que cuidarse –explica–. En el ecuador de nuestra vida se es lo que se ha sembrado. Yo siempre me he cuidado y, oye, ahora me veo estupenda». Su fórmula para semejante bienestar es bastante singular: «Soy de las que en invierno se bañan en la playa y lo disfrutan. Siento que estoy en contacto con la vida y pienso que la mía es magnífica.

Tengo la sensación de que se dan demasiadas malas noticias y que se mira muy poco a las cosas bonitas que hay a nuestro alrededor. No todo es tan terrible como lo pintan», explica con pasión.

La «pantera de Figueras» pasa por uno de sus mejores momentos profesionales y personales. Se quiere y lo comparte con orgullo. «Me hace mucha ilusión ser la embajadora de esta firma (LR) porque nunca he sido embajadora de nada», cuenta divertida. «Además, se trata de productos que yo uso y por eso me permito recomendarlos: no son nocivos para la piel y dan un resultado estupendo. No tienen nada que envidiar a ningún otro. Lo que no entiendo son a las celebrities que prestan su imagen a una marca por pura promoción. Hay que ser responsable y sincero, ese es el único camino para que algo funcione. De lo contrario te engañas a ti y a los demás», añade.

La intérprete de «Sobreviviré» confiesa que su secreto de belleza, antes de cualquier cosa, es «tener “la casa de las locas” (señalando la cabeza) bien ordenada. La salud mental es la clave de todo. Luego, claro está, cuido mucho la alimentación, siempre tengo suplementos para mi cuerpo, practico diariamente dos horas de deporte...», explica.

Ahora, y tras siete años de silencio musical, lanza el álbum «Lubna». «Pienso que en la música no hay que estar por estar. No puedo defender a quienes hacen discos vacíos. Muchos de los que hoy salen a nivel nacional e internacional no tienen más que una canción buena. ¿Para qué lanzar veinte trabajos y que sólo cinco valgan la pena? Yo tendré menos álbumes, pero todos son estupendos», cuenta satisfecha. Y añade que lo que más le gusta de su trabajo es «la fase de grabación, aunque también sufro mucho debido a mi autoexigencia».

Huir de la hipocresía

A la hora de buscar una palabra que encaje con su personalidad, Mónica Naranjo opta por «bruta». «Mis mejores amigos son brutos, como yo. Prefiero la gente que dice las verdades como sea, a los que te alaban y, al darte la vuelta, te ponen de vuelta y media. Esos, cuanto más lejos, mejor». Si tuviera que sacar una instantánea sobre la felicidad sería «una tarde de cine con mi marido y mi hijo. Es todo lo que necesito». Pese a su personalidad arrolladora y su vitalidad, Naranjo se define como «hogareña»: «Es lo que cuenta, la familia y los amigos. Siempre bromeamos diciendo que todos acabaremos viviendo en una misma casa. Sería maravilloso», ríe.

Si hay algo que crispe a Mónica Naranjo son los problemas sociales: «Nuestra sociedad, en las cosas importantes, está enferma». Pero no quiere cerrar la entrevista con un sabor agridulce, así que nos lanza su grito de guerra: «¡Que vida la vida y que viva la música».

Ver los comentarios